domingo, 3 de julio de 2011

Paralelismos ideales. Experimento para reflexionar.

Imaginemos que en Marte, hubiera una civilización exactamente igual a la de la Tierra a principios del XIX. En plena revolución industrial. Supongamos, que El “Spirit” y el “Opportunity”, los robots móviles que envió la NASA a Marte (que “amartizan” o se posan en Marte en 2004) llegan hasta donde están esos “científicos marcianos”. Estos "artefactos" tienen su sistema de energía autónomo, sus cámaras, sus unidades de control y sus circuitos de comunicación (para enviar imágenes/datos y recibir instrucciones). Desde la Tierra recibe las instrucciones de control y programas(recoger muestras, paro, marcha, giros, etc.… ). Estas instrucciones, dependerán de la información que envían los sensores y cámaras del artefacto (la información desde Tierra-Marte y viceversa, le cuesta llegar unos 5 min. ida y 5 min vuelta más o menos).

Pongámonos ahora, en la piel del “científico marciano”. Este, observa como el vehículo funciona “inteligentemente”: se desplaza, evita obstáculos, saca un brazo, toma muestras. Si lo analiza en detalle, podría sacar muchas conclusiones, la tecnología de su época y su “ciencia”, le permitiría entender los mecanismos que facilitan los movimientos. Quizás no entendería muy bien el sistema eléctrico, aunque podrían detectar corrientes eléctricas (y deducir que lo “anima” la energía eléctrica). No entendería en absoluto los “chips electrónicos”, pero podría deducir fácilmente, que si deteriora el “chip” que controla el giro de la rueda, esta ya no gira automáticamente, si destruye el que permite las comunicaciones, o la antena direccional, ya no funcionaría de esa forma “inteligente” que mostraba.


Podrían sacar muchas conclusiones de la evidencias que observa. Que tiene un sistema de visión (si le rompen la cámara ya no recibe datos visuales), que tiene un cerebro autónomo (el “chip” que controla los movimientos) y tiene otro “chip” (el de comunicaciones) que no entienden muy bien para qué está, porque no afecta al movimiento, pero si lo rompen, ya no muestra esos funciones “inteligentes” (ya no evita obstáculos, ya no funciona coordinadamente, aunque se pueda desplazar).



Teniendo en cuenta su nivel de ciencia, tecnología disponible y los experimentos científicos que podrían llevar a cabo con los “artefactos”, la pregunta es, ¿serían capaces de detectar la inteligencia que se comunicaba con él, y que esta, lo hace mediante información codificada digitalmente y utilizando como vehículo de transporte para dicha información campos electromagnéticos? Si solamente se ciñen a las pruebas objetivas materiales, nunca podrían concluir la vedad. Incluso podrían concluir que es un "engendro" autogenerado por casualidad.


Tendrían que pasar, más de cien años, para que empezaran a conocer la posibilidad de codificar información en campos electromagnéticos. Por supuesto si aplicaran la “navaja de Occam”, dirían que los propios “chips” le daban la inteligencia, que es una teoría más simple, que la de postular campos electromagnéticos con información codificada como medio de transmitir información de una inteligencia externa.


¿Qué es más razonable, pensar que estamos al nivel tecnológico de los científicos “marcianos” con respecto a la vida, o concluir que la vida es un “exudado” de la materia?



Sin menospreciar la ciencia y la tecnología actual, que es el camino que tiene el hombre para entender, podemos preguntarnos ¿sabemos o creemos que sabemos?


Imágenes tal y como aparecen en internet.

6 comentarios:

  1. No es necesario irse tan lejos... sólo con que alguno de los aborigenes que aún quedan en lugares recónditos de algunas selvas, te viera hablar por un móvil, ¡ya fliparía, ya!, y que sé yo que elucubraciones mentales se haría de semenjante engendro.

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  2. Tienes razón Anandamida, no hace falta irse tan lejos para observar este tipo de experiencias. Pero he pensado que este paralelismo ideal, puede expresar mejor lo que intento transmitir.
    Un saludo

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  3. Bueno JV, en realidad mi comentario esconde una “trampa” subliminal que viene al caso de las últimas discusiones científicas que se han dado en el blog.
    Lo que pretendo ilustrar es la diferencia de visión según el grado científico y tecnológico de la civilización que observa el fenómeno.
    El aborigen de la selva no tiene una ciencia y tecnología desarrollada, por tanto, su visión del fenómeno es un tanto “paranormal” y lo achacaría a poderes mágicos o brujería (superstición).
    El científico de finales de XIX tiene una ciencia y una tecnología superior, pero aún obsoleta. Como ya entiende ciertos procesos naturales a través de su precaria ciencia, intenta reducirlo todo a ello y su explicación, como apuntas en la entrada de esta semana, será “materialista”. Y cree que ha vencido a la superstición.
    Pero si aumentamos el nivel científico, como está ocurriendo en nuestros días, llegamos a una visión de la realidad que más que darnos respuestas, nos ofrece más preguntas. Unas preguntas para las que no se tienen respuesta si no recurrimos a la “superstición”. Estamos cerrado el círculo.
    Por eso estoy convencido de que un día, Dios y la ciencia, se darán la mano en la Tierra. O parafraseando a Louis Pasteur: “Un poco de Ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima”.

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  4. Efectivamente Anandamida: “un poco de ciencia nos aparta de Dios y mucha nos aproxima”.

    Me ha gustado esto de la “trampa subliminal”. Estando de acuerdo contigo prácticamente en toda la exposición, quiero matizar el punto, en el que dices, que para obtener las respuestas, debemos recurrir a la “superstición”. En lugar de la “superstición”, que en su significado lleva implícito el “algo contrario a la razón”, yo utilizaría el “saber ancestral”. Este conocimiento ancestral, no es contrario a la razón, y es fiel a la observación (interior y exterior). Aunque exige una apertura de lo que consideramos “razonable”. Esta apertura también la exige los nuevos descubrimientos científicos.

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  5. Muy bueno el paralelismo, da mucho que pensar. Pero el problema creo yo que es otro, porque imagina que el científico del XIX, que no entiende el funcionamiento digital del robot, nos dice que funciona movido por un alma que no surge directametne de la materia, como tu apuntas al final de tu paralelismo. No crees que taponaría la evolución y el progreso científico con una explicación "pseudocientífica"? en cambio si continua pensando en cómo puede solucionarse ese funcionamiento con una explicación estrictamente material, podría "intuir" el funcionamiento de los chips, no crees?

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  6. Efectivamente Enric, un pensamiento “supersticioso” (en contra de la razón), que esté basado en un “alma” (que actúa “mágicamente”), así como un planteamiento “materialista” (restringiendo todo, a elementos materiales o con “masa”), coarta toda posibilidad de evolución y desarrollo en la comprensión de fenómenos complejos. En el ejemplo que hemos puesto, los ”chips” (como medios), los podrán entender materialmente en un futuro, pero por mucho que los analicen, no entenderán “la inteligencia” que se manifestó a través de ellos, (gracias al envío de la información codificada a través de los campos electromagnéticos). La razón, es que esos “chips” son medios necesarios, pero no suficientes, porque en sí, no son la causa del comportamiento inteligente. Pero por supuesto, sin ellos hubiera sido imposible dicha manifestación “inteligente”. De momento con esta entrada, lo único que he querido manifestar, es que tenemos que tener una apertura de mente, y estar abierto a nuevos retos razonables para poder ir aumentando nuestros conocimientos.

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