domingo, 20 de marzo de 2011

Crisis energética. Otra decisión a tomar.

Desde hace unos meses, aprovechando la plena crisis económica (recordar “crisis” significa “cambio”, lo comentamos cuando hablábamos de la crisis sistémica) y estimulados por las “crisis” de los países del norte de África y su efecto en los precios energéticos, se estaban escuchando cada vez más las “voces pro-nucleares”. El “gallinero” estaba casi convencido. Dispuestos a apostar por las nucleares nuevamente. Los efectos de Chernobyl (1986) , ya estaban casi en el olvido. Pero inesperadamente (qué “causalidad”), aparece en el escenario la “gran catástrofe en Japón”. Terremoto escala 9, Tsunami y la guinda con el incidente nuclear en la central de Fukushima (nombre que recordaremos como el de Chernobyl).


Con motivo del incidente de Japón, he escuchado hablar al catedrático de energía nuclear (Manuel Lozano). Empezaba su mensaje con “es muy grave y sin querer quitarle importancia…”, y en el desarrollo, casi da a entender que las “pastillas juanola” son más peligrosas que una nuclear. Habló de que la radioactividad está en todo (tiene razón) que los plátanos llevan K40 (fosforo radioactivo), etc,etc…, casi me entran ganas de llamar, y sugerir, que siendo así, ¿Dónde está el problema de los residuos radioactivos?, que los repartan entre la población y los utilizamos para sazonar.

Los pro-nucleares sugieren, que no se tomen decisiones en caliente, esperando que se pase y se olvide el tema. Angela Merkel, ha decidido activar un plan de eliminación de la energía nuclear de Alemania, probablemente presionada por los verdes y las elecciones. También dicen los pro-nucleares: “las otras energías también producen catástrofes”. Si, es el peligro que conlleva la centralización energética, pero no tienen parangón con las catástrofes nucleares. Los "accidentes" nucleares, suelen tener efectos globales. De la misma forma, se les oye decir: “La energía nuclear es una energía limpia”. Claro, si obviamos los residuos nucleares, con periodos de actividad de miles de años. ¡Hermoso legado para nuestros descendientes!.

Lo único a favor de las nucleares, es que una vez construida (muy cara, pero normalmente con dinero de los “estados”) su operatividad es muy barata, y las compañías pueden ganar mucho dinero con ellas (sobre todo, si deja también en manos del “estado” la gestión de los residuos).

Un tal Murphy dijo: “si algo puede ir mal, irá mal” y quedo acuñada la “ley” que lleva su nombre. ¡Qué razón tiene! Todos estamos acostumbrado a escuchar, a Srs. cargados de razones y habiendo “sentando cátedra” antes, el famoso: “es que…han coincidido simultáneamente varias circunstancias muy poco probables y por eso…, pero estas no tienen porque volver a repetirse”. ¡Falso! Murphy, siempre tiene razón.



Datos curiosos sobre accidentes nucleares, que la mayoría desconocemos: http://www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/terminos/AccNucle.htm




Sabiendo que el 100% de seguridad NO EXISTE y que la energía es necesaria, aunque no es necesario su despilfarro. El que todo no tiene porque ser el beneficio a corto plazo, y que las próximas generaciones sufrirán nuestros desmanes, nos puede hacer plantearnos las siguientes preguntas: (pero ojo al ego, con las respuestas)



¿Es conveniente apostar por la energía nuclear?, ¿Es necesaria la centralización energética?, ¿puede haber intereses económicos en continuar con ese paradigma?, ¿hay posibilidad de generación de energía de forma distribuida/autónoma para minimizar riesgos?, ¿podemos reducir nuestro consumo energético y hacer su uso más eficiente?...

Para quien quiera profundizar en el meollo energético, y entender eso del “déficit tarifario”, qué es lo que motiva las decisiones y cómo las compañías aumentan sus beneficios (Endesa 4.129 M €, Iberdrola 2.870 M € y Unión Fenosa: 3200 M €). En resumidas cuentas, quien le interese saber cómo nos engañan con medias verdades:
http://www.suite101.net/content/factura-electrica--costes-y-repercusion-en-el-consumidor-a43572

También hay un informe de Greenpeace, muy interesante, sobre apostar por la utilización de energías renovables. Si os interesa lo podéis encontrar en:
http://www.greenpeace.org/espana/es/reports/informes-revoluci-n-energetica/

Curiosamente, en España, se están planteando hacer los “test de stress”… que palabros más curiosos. ¿Serán cara a la galería para tranquilizar al “gallinero”?.

Conclusión:
El hombre no puede controlar la naturaleza. Puede elegir vivir de espaldas a ella, pensando solamente en el beneficio propio como hasta ahora, o por lo contrario “fluir junto a ella” como sugiere el sentido común (y el milenario Tao).

“La Tierra continuará su viaje, con, o sin el ser humano en su aspecto actual como pasajero”.

Imágenes tal y como aparecen en internet

domingo, 6 de marzo de 2011

La línea natural: La curva.


Si hacemos una observación de las cosas “naturales” (entendiendo por natural, aquella materia donde el hombre no ha actuado directamente), veremos que todas están basadas en la línea curva. Nunca se verá a nivel macroscópico algo completamente recto y natural al mismo tiempo (a nivel microscópico, podríamos ver algunas pequeñas rectas en los fenómenos de cristalización mineral).
La línea curva en general, se suele obtener por el movimiento de los fluidos. El agua por ejemplo, tiende a tomar una forma esférica (en ausencia de fuerzas o cuando estas se anulan). Cuando aparecen fuerzas, como por ejemplo un campo gravitatorio, que le obliga a seguir un camino “rectilíneo”, aparece una torsión en espiral, es decir, se manifiesta la forma helicoidal, una de las formas más observadas en la naturaleza, que puede formar el conocido “embudo de remolino”.


En la atmosfera (fluido gaseoso con vapor de agua y otros elementos) se forman las borrascas y los ciclones, y si las fuerzas son más intensas, aparecen los huracanes, tifones, tornados, etc.…, todos ellos fenómenos helicoidales.





Lo inmóvil”, nace del movimiento. Podemos observar en Las estructuras vivas naturales de crecimiento lento, que siempre llevan esa impronta helicoidal. La podemos encontrar por supuesto en las conocidas caracolas, troncos de árboles o en los cuernos de antílope. Pero también se puede encontrar esa estructura en lugares menos conocidos: En los huesos (se aprecia la torsión en el fémur), en las estrías del omóplato humano, en las fibras del nervio auditivo, etc.,… Es como si los fluidos sometidos a una “fuerza modeladora” se fuesen solidificando y estructurándose.




Cuando vemos la línea recta, podemos asegurar que es algo creado directamente por el ser humano. Por lo tanto, creo que La línea recta la introduce el hombre en la naturaleza. Algunos arquitectos, han emulado a la naturaleza, utilizando la línea curva en sus construcciones.



Fotos tal y como aparecen en internet.