domingo, 29 de septiembre de 2013

Limitar el universo genera paradojas

 


Una entrada reflexionando sobre el perdón  de mi viejo amigo CrisC, (ver  http://criscractal.wordpress.com/2013/09/27/sin-perdon/), ha servido como “detonante”   de la presente entrada.

La experiencia histórica demuestra, que los paradigmas y teorías  que actúan en diferentes épocas,  tienen una vigencia temporal limitada (más o menos larga), aunque,  cuando están vigentes parecen inamovibles y completamente certeras en sus bases. Como si fuese algo “solido” y no simples pensamientos, siguen la  “Ley de la inercia” de nuestro mundo material.  Es decir,  presentan una oposición al cambio  (aunque siempre terminan sucumbiendo a lo nuevo).

Lo habitual,  es que los paradigmas y teorías cambien  cuando dejan de funcionar  y ya no explican todo fenómeno observable, o mejor dicho, cuando las explicaciones que antes nos conformaban, ahora se quedan cortas e incluso producen  “paradojas” que contradicen la razón, algo similar a lo que demuestra “Godel” para la aritmética  (ver  http://jugandoabuscarlaverdad.blogspot.com.es/2012/05/los-limites-de-la-razon-y-ii.html).
Cuando el “paradigma” vigente para una mayoría (cada vez menor) sigue siendo el “mecanicismo Newtoniano”, hay muchas cosas, que escapan a la comprensión y crean paradojas. Lo que no tienen sentido desde un punto de vista “materialista”, pueden encajar completamente si ampliamos o cambiamos el paradigma.

Si abandonamos  del viejo   paradigma mecanicista de: “somos materia  y la conciencia es fruto de la complicación mecánica de la misma, por lo tanto, desgranando la materia conoceremos TODO (que no es el caso)”, y pasamos a  un paradigma  energía + información  de:  “es la  conciencia (energía + información)  que organiza la materia para seguir aumentando la información”,  podríamos quizás entenderse muchas de las cosas, que con el viejo paradigma nos atrapan en paradojas sin solución.

 El perdón es una de ellas. Este no  tiene sentido desde un punto de vista mecanicista y competitivo cuya única solución lógica  es “luchar, ganar y sobrevivir por lo Mio”, pero ¿Qué pasaría si existiera la reencarnación, como reorganización de la materia en un “campo vital-de información (conciencia)”? ¿Qué pasaría si en ese tránsito que llamamos muerte, experimentáramos directamente en nosotros el dolor causado en los demás?, ¿qué pasaría si esa información quedara en el “campo nuestro” como impulso inconsciente, es decir,  fuente de conocimiento inconsciente en otra existencia?  Las respuestas individuales al respecto, dependerían exclusivamente  de las experiencias “vividas” y las “lecciones” aprendidas.


Esa inercia al cambio de paradigma, creo que es debida,  a que  cuestionarnos creencias profundas, requieren  mucho coraje.  Porque esto lleva asociado la carga de aceptar que hemos podido estar equivocados toda nuestra vida, y eso crea la misma sensación anímica de “se hunde la tierra bajo nuestros pies” 

Imágenes tal y como aparecen en internet

domingo, 1 de septiembre de 2013

Entrando en la presencia

 

Después del relajado  verano,  pasemos a la acción.

El estado de presencia, es una plena consciencia del momento que se está viviendo o manifestando en nosotros mismos. Realmente ese -momento continuo-, es lo  único que existe, es decir, cuando nuestra mente “piensa” sobre pasado o futuro, es un recuerdo o una proyección futura respectivamente, que está ocurriendo en este mismo instante.  Entonces podemos decir, sin cometer error alguno, que  nuestro ahora (como lo llama Eckard Tolle), nuestro momento actual, es la realidad sobre la cual discurren los acontecimientos, los pensamiento  y las formas.


En estos momentos que estamos viviendo, pienso,  que es muy importante entrar en ese estado de presencia el mayor tiempo posible. Porque es la única forma de conseguir  salir de la “trampa mental” en la que estamos inmersos y vaciar nuestra mente de ruido y tonterías.

La mentira, los prejuicios y todo tipo de “pensamientos - dogma” que nos han ido  inculcando a lo largo de nuestras vidas, hacen que nuestras mentes siempre estén fuera de ese precioso y apreciado instante de presencia.  Hacen que estemos fuera de nuestro ser, del Ser. Consigue que siempre estemos preocupados por el futuro, perdiendo en esa preocupación nuestro presente y muchas veces la salud. Así que, de nosotros, de nuestra libertad para utilizar nuestra voluntad, depende el buscar esa presencia.

Es necesario entrar en esa presencia, para poder Ser realmente, comprender que con “eso” que nos identificamos, que creemos que es tan necesario, son solo pensamientos de lo que creemos que somos, o de lo que creemos que necesitamos.

Para vivir en Paz, para vivir la vida que nos ha sido dada se necesita muy poco, y lo poco que se necesita, se necesita poco.  Las necesidades que creemos necesitar, son las cadenas que nos someten y doblegan nuestra dignidad.


Si alguien no sabe cómo alcanzar esos  estados de presencia, simplemente que observe sin juicio alguno su alrededor.  La observación, la respiración consciente  y la meditación, son buenas herramientas para acceder a esa presencia.






Imágenes tal y como aparecen en internet