domingo, 28 de febrero de 2010

Salud vs. Enfermedad.


El otro día hablábamos del equilibrio entre las polaridades. Pues aquí tenemos un ejemplo polar que suele preocupar: salud-enfermedad. Llamamos “salud”, a ese estado de equilibrio dinámico de nuestro organismo con el entorno (homeostasis), en el que “todo el sistema” funciona correctamente. Es decir, nuestro cuerpo y “mente” (alma-espíritu), funcionan en un perfecto equilibrio dinámico. Al caso opuesto se le denomina “enfermedad”.

Para que un organismo-físico funcione como un todo, y lo haga correctamente, lo tienen que hacer todos sus elementos u órganos (junto con los seres-organismos en simbiosis con él). Para que estos órganos funcionen correctamente, lo tienen que hacer los tejidos y células, que los conforman. Bajando un peldaño más, es decir al nivel molecular (nivel en el que está actualmente la medicina alopática en su análisis), las moléculas que conforman las células, y median entre ellas, deben estar todas, y en las cantidades necesarias. Todo este mecanismo fisiológico, lo estudian en detalle la fisiología y la anatomía.

Parece ser, que hay dos formas diferentes de alterar ese equilibrio llamado “salud” para transformarlo en su opuesto polar, es decir, lo que llamamos “enfermedad”:
1) Por el medio fisiológico material: Envenenamientos, traumas y problemas genéticos.
2) Por el medio emocional-anímico-sensible: Nuestra forma de “interpretar y sentir” nuestras relaciones con el entorno y las emociones asociadas.

El primer caso está claro. Puedes entrar en contacto con un agente tóxico externo o puedes tener un trauma. Claramente, hay una alteración de la fisiología, motivados desde el entorno (causa exterior). Normalmente es lo que ha tratado la medicina alopática. La genética es la herencia de nuestro organismo físico, es decir, la forma en que la información (los “planos” de construcción y mantenimiento del organismo) pasa de un ser vivo a sus descendientes, y como tal, cuando hay problemas en ella, puede marcar una predisposición al desequilibrio (lo llamado comúnmente enfermedades genéticas).

El segundo caso, es el que está en estudio actualmente. Se conocen multitud de evidencias que muestran, que nuestros pensamientos y emociones (causa interior) alteran la química de nuestro cuerpo, alterando la homeostasis. Por ejemplo una situación de “estrés” (algo completamente subjetivo. Porque lo que para uno puede ser estresante, para otro no lo es en absoluto) produce una depresión del sistema inmunológico. Una de las disciplinas actuales que los estudia es: la “psico-neuro-inmunología” (una disciplina interdisciplinar).
Para quien quiera profundizar, con un mayor detalle sobre esta relación, lo puede hacer en el artículo médico: http://bvs.sld.cu/revistas/hih/vol23_2_07/hih01207.html

Desconozco, si finalmente se podrá demostrar de una forma “científicamente correcta” (como las evidencias indican) que, nuestra “mente-psique” (alma-espíritu), actúa directamente sobre nuestra bioquímica. Porque la medicina no es una ciencia exacta. Para mí, no hay ninguna duda. De todos formas, para quienes todavía las tienen: ¿Qué perdemos con una actitud positiva y evitando los enfados y la -mala sangre-? ¿He dicho mala sangre? ¡Cuanta sabiduría en el dicho!, ¿eh?

domingo, 21 de febrero de 2010

Dualidad ¿Percepción ó “realidad”?

Aparentemente, vivimos en un mundo dual, es decir, todas las cosas se nos manifiestan en dos polaridades: Día-noche, feo-bello, masculino-femenino, frío-calor, Norte-Sur, positivo-negativo, etc.… Observando con detenimiento estos conceptos, que definen percepciones de estados físicos, así como las propias percepciones, enseguida podemos hacernos conscientes, de que son “polaridades” inseparables. Es decir, la existencia del uno conlleva la existencia del otro. Si desapareciera uno, automáticamente desaparece el otro. Por lo tanto, aunque aparentan ser opuestos y complementarios, “realmente” parece ser los extremos opuestos de un “continuo” de la misma “cosa”.

Este concepto de dualidad está muy bien representado en el antiguo símbolo taoista (Taijitu) del Yin-Yang. Si lo observamos con detenimiento, veremos que es un círculo, dividido por una línea curva, en dos partes opuestas. Una parte es oscura con un círculo claro y la otra es clara, con un círculo oscuro.

Este símbolo, representa la percepción de nuestro universo como algo dual. En el que siempre hay parte de un lado en el otro (esos círculos opuestos al fondo). La transición de un aspecto al contrario, es a través de una línea curva. La curva sinuosa representa movimiento. Pienso, que si se hubiera querido representar una separación rígida, se habría empleado una línea divisoria recta. Es un símbolo que trasmite movimiento. Un equilibrio dinámico. Pero, todo esto, está dentro de un círculo. La Unidad. Por lo tanto, el símbolo en sí es “Trino”: Tiene una unidad, que es el propio círculo y los dos aspectos de sus opuestos lados. Tres en uno. Curioso ¿no?

¡Hablando de curioso! Nuestro cerebro también es uno y lo conforman dos hemisferios: Uno lógico y analítico y el otro creativo e imaginativo. Cada hemisferio, permite el control de las partes opuestas del cuerpo físico. Pero se interconectan uniéndose a través del llamado cuerpo calloso. Facilitando el equilibrio y “creando” la unidad perceptiva. Ambos aspectos, son necesarios para evolucionar. Según que parte predomine (la analítica o la creativa), así percibiremos el “mundo”. Lo ideal en este mundo, es buscar el equilibrio entre ambas partes. Buscar ese equilibrio dinámico, que permite la salud física y mental. ¿Salud? De eso hablaremos en otro momento.

Curiosa sincronía:
Tenía escrita esta entrada desde el pasado martes, para actualizar el blog este domingo 21. El Sábado 20, leo un e-mail que envía un amigo, sugiriendo el visionado del video:
http://ajmmekajros.com/anamnesis/2009/08/un-derrame-de-iluminacion-jill-bolte-en-ted-2008/ subtitulado (en “youtube” está doblado en sudamericano). Me llamó mucho la atención tanto el video como la “coincidencia”.

Addendum: El visionado del video de la Neuroanatomista Dra. Jill Bote Tylor. Me sugiere añadir:
Nuestra sociedad actual, en términos generales, está desquilibrada por un exceso de aspecto cerebro-izquierdo. Por lo tanto para buscar el equilibrio comentado anteriormente, se puede potenciar el aspecto cerebro-derecho. ¿Como hacerlo? En primer lugar, se me ocurre la meditación. Que es la “desconexión” intencionada del aspecto cerebro-izquierdo. También realizar actividades creativas: Música, pintura, escultura…y por último, para los diestros, ejercitar nuestro lazo izquierdo físico (los zurdos, suelen ser ambidiestros para muchas actividades).

domingo, 7 de febrero de 2010

¿Crisis económica o crisis de paradigma?

La palabra – crisis - significa - cambio - . Como todos los “economistas” conocen, las economías actuales tiene un comportamiento cíclico: A un periodo de expansión y crecimiento (en el que se suele disparar el consumo y por tanto la inflación), le sucede un periodo de “depresión, estancamiento o recesión” (se frena el consumo y crece el paro). Cuando estamos en esa segunda parte, es cuando los “economistas”, hablan de “crisis”.

¿Qué está pasando en esta crisis económica mundial actual? Obviamente, la “globalización” de la economía, hace que todos los países están interconectados económicamente. Y todos conocemos (más o menos por lo que han contado los medios) como causa origen de esta crisis: los activos financieros basura en el mundo y agravado en España, por la especulación y crecimiento sin control de la construcción.
Pienso que esto han sido simplemente los efectos de una causa más profunda: “El egoísmo exacerbado manifiesto en el sistema (cuya base es la competencia)”.

El sistema competitivo es bueno y natural, cuando un “organismo” está en una fase de crecimiento. Pero claramente, se convierte en dañino y antinatural, cuando el “organismo” está alcanzando el tamaño adecuado y debe buscar el equilibrio dinámico estable.

Nuestro sistema económico, tiene que evolucionar a “economizar y distribuir” recursos, procurando el bienestar y crecimiento intelectual-moral-libre de TODO ser humano, lo cual llevaría al equilibro de crecimiento de forma natural. Sin embargo, sigue teniendo como objetivo, el “beneficio material” a corto plazo de unos pocos, a cambio de la destrucción (física o mental) del resto (¿tumor canceroso?). La mayoría de seres humanos, que deberíamos ser el fin de la economía, somos utilizados simplemente como medios: “herramientas de trabajo y/o consumidores pasivos”.

Igual que en un ser vivo, cuando una célula, como si no hubiera límites, no deja de crecer multiplicándose e invadiéndolo todo. Eliminado a todas las demás, hablamos de un “cáncer”. Cuando un “organismo” social, en el que “algunas células (hombres-instituciones (nombre tras el cual suelen haber hombres sirviendo a sus propios intereses)” quieren toda la “energía” (entiéndase dinero, recursos y poder) para ellos a costa del resto. También debemos hablar de un “cáncer”. En ambos supuestos, se termina con la “descomposición del organismo” por completo.

Todos los individuos-instituciones pertenecientes al “tumor canceroso”, quieren por todos los medios que continúe esa situación. Cegados por el egoísmo, nunca se plantean, que de ese modo, más tarde o más temprano, se llega a la descomposición total (aunque piensen que pueden haber eliminaciones parciales). Por lo tanto sus mensajes se basan- en tres mentiras, que si alguna vez fueron verdades, actualmente no tienen porque serlo:
- Que hay que estar creciendo siempre y por lo tanto es necesario consumir (medidas basadas en el PIB. No importa para nada el ser humano).
- Que el único sistema viable y que funciona es el “libre mercado” y la empresa privada (eso sí, como hemos visto, siempre que las ganancias sean privatizadas y las pérdidas socializadas).
- Que la Tierra no tiene recursos para todos (como dijo Gandhi: La Tierra tiene recursos para todos, pero no los suficientes para la codicia de unos pocos)

A mi modo de ver, estamos ante la posibilidad de un cambio de paradigma: Cambio de competición por cooperación (distribución de la riqueza) y crecimiento por equilibrio dinámico. De lo contrario, ya sabemos hasta donde nos ha llevado el sistema actual y cual es el destino de continuarlo: guerra, sufrimiento gratuito y destrucción.
Eso sí, si queremos que el paradigma cambie, debemos de cambiar cada uno de nosotros y desde la libertad, pasar del comportamiento egoísta exacerbado al compartimiento de cooperación (compartir y distribuir trabajo y riqueza).
PD. Montaje hecho por nuestra colaboradora con fotos obtenidas de la web. Una de ellas de:
donde hay un interesante artículo de economía. La otra imagen es de atencionaplicada.blogspot.com/