domingo, 24 de abril de 2011

Discípulo y Maestro.






El otro día leí en un libro: “cuando el discípulo está preparado, aparece el maestro”. Es un viejo proverbio budista, que casi todo el mundo lo ha escuchado o leído alguna vez.


Creo que esto, comúnmente, se suele interpretar como que, después de seguir durante un tiempo una serie de “disciplinas”, aparecerá un señor: “el maestro” (que lo podemos imaginar anciano, con larga barba blanca y quizás con túnica) que nos mostrará, ¡todos los secretos del universo!.


Pienso que este proverbio, se puede interpretar de otra forma (que también es aplicable a los temas científicos): el “discípulo”, que somos todos y cada uno de nosotros, se está preparando diariamente. La vida nos propone múltiples pruebas (nuestras propias circunstancias y experiencias vitales). Estamos inmersos en un ambiente, que si somos observadores y atentos, facilita el aumento de nuestro conocimiento.


Se cruzaran en nuestra vida, múltiples seres humanos, que nos darán (unos conscientemente y otras inconscientemente) valiosa información. También caerán en nuestras manos diferentes libros, películas, documentales (que son los pensamientos y experiencias de otros seres humanos), de los que siempre podremos extraer, más información. Si estamos “receptivos y atentos”, todo esto hará que aumente nuestro “nivel de conciencia”. También podemos ser activos en el proceso y buscar experiencias propias, como por ejemplo: “meditar”. Con la meditación podemos acallar el “ruido mental”, de esta forma facilitaremos el aumento de nuestra capacidad de “comprensión” (-comprender-, que bonita palabra. A mí me sugiere la imagen de abarcar con nuestros brazos, para “hacer algo nuestro”. ¡Entenderlo!).


Pero para que nuestro pensamiento no sea “ruido ya digerido y procesado”, toda esta información que se cruza en nuestro camino (fruto de la “digestión mental” de otros), debemos analizarla nuevamente con “nuestro propia capacidad de pensar” y combinarla de múltiples maneras, para llegar a nuestras propias conclusiones. Únicas y subjetivas (únicas, porque todos y cada uno de nosotros somos únicos junto con nuestras propias experiencias vitales). Luego, esas conclusiones, podemos compartirlas con los demás (para intentar objetivarlas). Lo contrairo de esto, es quedarnos en simples “repetidores de información procesada” . Todo esto, creo que es el camino para que el “discípulo” esté listo.


Cuando nuestro “nivel de conciencia” esté lo suficientemente desarrollado, como para poder apartar o quizás transformar, esa parte oscura y “egoísta” nuestra, que todos tenemos. Es cuando el discípulo está listo. El “Maestro” podrá manifestarse. La “organización” que lo soporta está preparada. Ese maestro, es nuestro propio “Ser” (ese Yo Soy), del que hablábamos hace unas semanas en este blog.


En resumidas cuentas, el discípulo y el maestro, somos nosotros mismos. Simplemente los separa un “periodo evolutivo: físico-material y de conciencia”. Como al niño del adulto.



Composición principal de nuestra colaboradora. Resto, tal y como aparecen en internet.

domingo, 3 de abril de 2011

Crisis o cambio ¿hacia dónde?



Cuando comienza una crisis, pasa como con las guerras: se sabe cómo empiezan, pero nunca cuándo y cómo acaban. Esto es así, porque son sistemas dinámicos muy sensibles, a pequeñas variaciones en las condiciones iniciales. Estas pequeñas variaciones, pueden dar lugar a situaciones finales prácticamente impredecibles, aunque el sistema dinámico sea determinista.

Los sistemas dinámicos se suelen clasificar en: estables, inestables o caóticos. Las crisis cíclicas previstas por el sistema económico neoliberal, yo las incluiría en un sistema dinámico caótico. Es decir, giran en torno a un par de “atractores” (ciclos de expansión y recesión de amplitud y periodos variables). Pero como cualquier sistema caótico, puede ocurrir que pequeñas variaciones en sus condiciones iniciales (aparición de nuevas variables) motiven una salida de los atractores . Entonces se transforma en un sistema dinámico inestable. Pienso que estamos en esta situación (hay muchas variables nuevas afectando el sistema).

Puede ser el momento para que el sistema evolucione a otro punto de estabilidad caótico. Quizás, todavía se pueda influir, para variar la actual ecuación sistémica de condicionamientos: ”mercado (ciertos elementos), condicionan a los políticos, que condicionan la educación”. Esta actuación está basada en el consumo, en el crecimiento, en la competencia, en la falta de ética y cegada por la consecución de beneficios a corto plazo (y en la concentración de estos en pocos “elementos”).


Una posibilidad, podría ser, intentar la separación de estos condicionamientos. Es decir, independizar verdadera y completamente la economía-política y la educación. Esto puede llevar a pensar en el famoso eslogan de: “libertad”, “igualdad” y “fraternidad”.

Libertad” en la educación (y por supuesto en el pensamiento, sea este material, espiritual o religioso) “igualdad” con respecto a la justicia: igualdad de derechos y deberes (llevar verdaderamente a la práctica la carta de los derechos humano). “fraternidad” en lo económico. El verdadero objetivo de la economía es: el reparto y dosificación de los recursos disponibles.

El sistema se debe transformar en un “ser pluricelular” en equilibrio dinámico (caótico), del que forma parte tanto el entorno que lo sustenta (La Tierra), como sus propios “órganos” (el Ser Humano y las diferentes actividades económicas-vitales “necesarias”). Para ello debe permitir que el “fluido vital” alcance a todos sus órganos (incluido su entorno) en cantidad suficiente. Como en cualquier ser vivo.

Los nuevas variables principales que facilitarían la generación de los nuevos “atractores” , podrían ser:

En lugar de basar el sistema en el consumo y la obsolescencia planificada (built-in), basarlo en consumo necesario para cubrir las necesidades (sin despilfarros: la lógica del recinto limitado). En lugar de basarse en la competencias individual (diferentes entes). Hay que basarlo, en la colaboración de los “órganos” como entidad única, siempre desde una decisión libre individual.


Esto solamente será posible desde la educación, basada en la ética y el respeto al prójimo. El beneficio individual a corto plazo no tendría sentido.

¿Esto es posible?. Si y solo sí, la sociedad actual permite la creatividad en la educación desde la infancia, y se actúa con el ejemplo desde esas nuevas variables.

La otra opción, intentar mantener el sistema actual en un sistema cerrado y limitado, es un estado caótico en equilibrio, donde la vida tal y como la conocemos no es viable.


Todo cambio, implica un sacrificio: la "muerte" del estado anterior.


"Imágenes tal y como aparecen en internet"