domingo, 23 de junio de 2013

Reflexiones veraniegas de” baja intensidad”: sobre el trabajo y el dinero

Muchos son los “profesores” y los “sabios” que están trabajando para “arreglar” el declive del “sistema” (siguiendo instrucciones de los “bien posicionados”). Estos, siguen bajo la perspectiva  miope del “egoísmo”. Por lo tanto,  el “arreglo” siempre consiste en lo mismo: esquilmar lo poco que le queda al “humilde-pueblo”,  en favor de dichos “bien posicionados”.
La gran falacia repetida  (y que está calando, al ser utilizada como un mantra):

 “hay que dar facilidades a los “empresarios” desde la política, para que creen puestos de trabajo. Por lo tanto hay que bajar los sueldos, facilitar el despido y flexibilizar el mercado (restringir derechos) para conseguir este propósito. Es mejor ganar poco que no ganar nada”.

Un empresario,  creará estrictamente "los mínimo puestos de trabajo” necesarios  para cubrir sus necesidades. Su objetivo (con el modo de pensar al uso) no es crear puestos de trabajo, sino maximizar sus beneficios, por eso,  si tiene que “crear” algún puesto de trabajo, lo ven como  un daño colateral a su “negocio” (a su “posición”) y por ello quiere un coste mínimo para ese daño. El “ser humano” se transformado  en “capital-humano”. En “recurso-humano” (de ahí el departamento de RRHH). Por lo tanto el sistema actual necesita “recursos-esclavos” mínimos (sin cadenas físicas, para mantener las apariencias) y por supuesto sacrificables  por el beneficio  (dinero)
¿Cómo se puede conseguir este coste mínimo?  Fácil. Manteniendo un  nivel de “recursos-humanos” grande en paro, haciéndonos creer  que  dependemos para subsistir del  “dinero” (esa es la cadena)  y este, el dinero,  controlado (evitando que se tome conciencia de que su “valor” es simplemente un “convenio” y que  lo que tiene un valor real son los bienes y servicios)

El sistema ha transformado el dinero, que en origen era un instrumento de intercambio,  en un “bien” en sí, en un  objetivo. Pero  el ser-humano, ni come dinero, ni se cubre con dinero, ni vive dentro del dinero. Necesita de la economía REAL para cubrir sus necesidades. ¿Esta “evidencia”  da alguna pista de actuación?
La otra gran falacia repetida: 
“No hay dinero, y por eso tenemos que sacrificarnos (con sacrificarnos, quieren decir  sacrificaros, porque los que proponen los sacrificios no están afectados por estos, como demuestran los hechos día a adía).

El “dinero”, si se utiliza como elemento de intercambio,  se  “fabrica” el que se necesite (dándole a la maquinita) y se pone en circulación la cantidad necesaria. Si no se hace, es porque no le interesa al que lo tiene (porque perdería su valor y su posición privilegiada). Utilizándose adecuadamente el dinero, no habría los grandes desequilibrios de riqueza que hay actualmente  ¿esto interesa a los que tiene la riqueza?

Sabemos  que  los avances tecnológicos han aumentado la productividad y han eliminado “puestos (humanos)” de trabajo.  La capacidad de producción disponible puede inundar el planeta de “bienes". Hay exceso de capacidad (por eso el cierre de fábricas) NO HAY PROBLEMA DE PRODUCCIÓN DE BIENES. Si ha habido un aumento de productividad, ¿dónde está el beneficio que posibilita la tecnología? Esos,  que nos permitirían a TODOS “tener más tiempo” para “vivir y desarrollarnos, crecer” (esto es lo que nos “vendían” el pasado siglo XX ).

“El HOMBRE debe ser centro  y objetivo de la “economía”  y no un medio  utilizado por esta”.


El ser-humano no necesita “trabajar” y  ganar dinero”.  Necesita (y es su deber moral)  aportar sus “conocimientos” y “sus habilidades” a la sociedad (que somos todos).  Y esta, la sociedad como organización humanare,  debe revertir sobre el individuo,  el “facilitar” su formación   como ser-humano (y no como esclavo) y de darle los “medios” para  cubrir sus necesidades. Esta es la opción “todos ganan”.  Esta es la única salida posible (no traumática) a la “crisis sistémica”. La otra salida (forzando el actual desequilibrio) es la descomposición social total, el sufrimiento asociado a la misma y la   consiguiente “nueva edad media”. Es decir, el “todos pierden”. ¿Por cual apuestas tú?.

 Imágenes tal y como aparecen en internet.


domingo, 9 de junio de 2013

Equilibrio o destrucción. Tú decides


 

Este universo tridimensional donde estamos sumergidos, es una  manifestación de  la dualidad. Todo está organizado en “dos polos” como bien representa el famoso símbolo Yin-Yang  (Taijitu) centro del no menos famoso Pa-kua (como comentamos en  la entrada  http://jugandoabuscarlaverdad.blogspot.com.es/2010/02/dualidad-percepcion-o-realidad.html  ) 
En la física está claro, las fuerzas opuestas  cuando están equilibradas anulan sus efectos. Cuando todas las fuerzas están en equilibrio dinámico, no se perciben y recibimos  la sensación de estabilidad. Sin embargo, es eso, una sensación. Realmente hay “fuerzas” en acción. Cuando alguna de estas fuerzas se fortalece (o debilita) respecto a la otra, comienza el “desequilibrio”, las tensiones y el cambio.  Comienza  “la búsqueda” de otra posición, en la que la nueva configuración de fuerzas  restablece “otro equilibrio”, pero siempre, después de unas oscilaciones más o menos amortiguadas (en función de la intensidad de la acción-reacción y la inercia del sistema). Esto es así,  en este “medio” que es el mundo.

El desequilibrio de fuerzas a nivel social (donde es más perceptible la correlación)  es motivado por la “acción (a todos los niveles) del hombre”, al usar la “libertad”  que tiene en usufructo para decidir, la use o la delegue. Ahora estamos viviendo el “delicado" proceso de un cambio de posición de equilibrio,  fruto de la potenciación continuada de la fuerza: “individualismo egoíco”. Fuerza motriz del crecimiento.

En este punto se dibujan dos grandes líneas de posibilidades hacia la “estructura” formada por los individuos.

Una es, seguir impulsando la misma fuerza y colaborar con ella de facto (aunque se diga lo contrario) potenciando “el egoísmo individual” (opción adoptada por los que se creen en posición “privilegiada”)  buscando  “el crecimiento del individuo (persona o grupo)”  a costa de la fagocitación de todos y todo lo demás (mintiendo diciendo lo opuesto de lo que se pretende). Esta opción,  la podríamos definir como “la unión interesada, para aprovecharse del resto”.



La otra es, el potenciar   “el individualismo cooperativo y solidario”. Es decir, mantener la  individualidad, la libertad del individuo, y desde esta,  buscar la cooperación y la viabilidad del “organismo”.  Tomar conciencia que la única posición de equilibrio que puede ser sostenible, es la “cooperación” y redistribución de energías y fuerzas.

Las “fuerzas imperantes” tiran hacia la primera opción. La segunda solamente se podrá potenciar,  si individualmente alcanzamos la suficiente “lucidez”,  como para entender que el “otro”, es una parte  nuestra, y que juntos formamos “el organismo humano” en comunión con la naturaleza terrestre (no es fácil, pero eso precisamente señala la dirección correcta).

 Si observamos desde una perspectiva más amplia,  la “naturaleza”, funciona desde la armonía, el equilibrio de fuerzas, la cooperación y funciona prácticamente sin esfuerzo. Con el mínimo derroche de energía. Aunque nos intenten  “con-vencer” de lo contrario, al mostrarnos detalles aislados de la  misma, en la que aparentemente es “depredadora” y caótica. 

Aunque parezca mentira "la clave de la solución está en la lucidez del hombre".