domingo, 28 de abril de 2013

Invitación a tomar "conciencia"




 Ahora, de una forma más simple, observemos nuestro alrededor “con atención”. Digo esto, porque pasamos por la vida sin prestar atención, aceptando como “normal y natural” todo lo que nos rodea. Vemos, con completa naturalidad que hay plantas, árboles, animales… (que nos sustentan) y ahí, también estamos “nosotros” mismos…. “Vida” en general, una vida que se manifiesta de múltiples formas (la vida es una). Pero si observamos como digo, cualquier “ser vivo” con un poco más de atención, no tenemos otra alternativa, que quedar completamente maravillados por la “perfección” que emana de ellos. He dicho “seres vivos”. Pero igualmente podemos quedar completamente fascinados, por toda la perfección que nos rodea, este Sol, esta Tierra, esta atmósfera, estos océanos, estas “leyes” que se deslizan detrás de ellos, permitiendo que sean.

 El que estemos acostumbrados a que “todo eso” está ahí, . permitiendo que podamos “estar aquí”, y que seamos “conscientes” de todo ello, no debería de hacernos creer que es “normal” por lo natural que es. Porque eso, que por no prestar la suficiente atención,  lo vemos tan normal, es un verdadero milagro.

Obsérvate a ti mismo, que poco controlas conscientemente. “Tus células” están ahí, realizando miles de reacciones químicas por segundo, trabajando en colaboración entre ellas para, crear funciones (órganos) que a su vez colaboran entre ellos en sistemas. El corazón, la respiración, las digestiones, todo realizando sus funciones en sincronía, y sin que nos demos cuenta en absoluto de nada de ello (solamente tomamos conciencia, cuando algo deja de funcionar como la hacía).

Nosotros, los “cuasi seres humanos” que en nuestra arrogancia, nos creemos que sabemos mucho (ahí está nuestra ciencia “que lo demuestra”) y que lo tenemos “casi todo” claro,  sin embargo, no somos capaces de controlar ni un uno por ciento de “nuestro” propia organismo. Y aunque aparentemente podemos explicar el “cómo” de algunas cosas, no conocemos “casi nada” de la esencia de las mismas. 
  
Es tan difícil llegar a la conclusión, que si no fuera porque “algo” mucho más “inteligente” que nuestra pequeña conciencia lúcida, coordina en armonía (a pesar nuestro, que intentamos des-armonizar con nuestra inconsciencia) toda esta estructura que nos da soporte en este mundo físico-material, no duraríamos “vivos” ni un micro-segundo.

Un camino para tomar consciencia de esa “inteligencia” es la meditación. Y la reflexión por supuesto de lo observado y "vivido", tanto hacia fuera,  como hacia dentro (en la meditación) 

Imágenes tal y como aparecen en internet

domingo, 14 de abril de 2013

El recorrido (III) (El experimento)



 Aceptando que lógicamente se puede llegar a una conclusión que en sí, sea falsa, para continuar con el razonamiento, imaginemos que son ciertas las “hipótesis” que hemos planteado: el pensamiento-idea trasciende la materia y las leyes de la naturaleza están prefijadas  (diseño inteligente).

Para que “nuestra mente no se raye”, debemos poner en algún “sitio” ese pensamiento inteligente que fijó las leyes y pasa información. Pues nada, la ponemos en “otra dimensión superior”  (Ver secuencia de artículos del 25 de octubre del 2009 donde se explica el concepto de la dimensiones http://jugandoabuscarlaverdad.blogspot.com.es/2009/10/pensamientolibertadevolucionteoria-ii.html )

Una vez soslayado “nuestro problema mental” de ubicar el pensamiento, ahora hagamos un paralelismo:
 ¿Cómo funciona el intelecto humano, cuando quieres hacer un experimento en un lugar inaccesible para él?, Supongamos que queremos investigar la Luna.

 Primero tenemos una intención: queremos “investigar = experimentar” que hay en ese lugar. Luego “ideamos” instrumentos teledirigidos  con los que se explora el lugar. Después podemos ir modificando esos instrumentos  en función de los “problemas” que encontramos, por ejemplo permitir su desplazamiento, con lo que mejoramos el diseño (siempre apoyados en una base del diseño previo) las mejoras son para “adaptarse” mejor al entorno cambiante. Además, con lo aprendido, podemos hacer una “cambio total del diseño” para adaptarlo mejor a las diferentes zonas a explorar. Incluso podemos dotar de una “inteligencia”- programada (IA), para que tome decisiones autónomas en función de las diferentes  situaciones que se encuentre. Hasta que hemos mejorado tanto el diseño, que haciéndolo habitable, nos permite introducirnos a nosotros mismos dentro de él, de forma que pueda investigar más “directamente” (actuando in situ) el propio lugar.

Los planos, de los dispositivos y de la cadena de montaje donde se construyen estos dispositivos (con los materiales de construcción), tenemos que ir modificándolos conforme cambian (se hacen más complejos) nuestros instrumentos. Esto lo hacemos pasando más información desde nuestra “idea-mental” a los planos, tanto de la cadena de montaje, como la de los dispositivos.

Supongamos que nuestro conocimiento científico es tal,  que podemos poner la cadena de montaje y los planos dentro del propio dispositivo, de forma,  que utilice autónomamente los elementos de construcción desde el entorno ¿Qué tenemos? Una célula. Donde la cadena de montaje son los ribosomas (lugar donde se sintetizan las proteínas), los planos los genes (ADN-ARN), los elementos constitutivos los aminoácidos del entorno. EL trasvase de información para mejora del prototipo,  se lleva a cabo a través de la mutación genética (dirigida por la “organización de dimensión superior”).  “la asociación de elementos” cooperando: serían los pluricelulares vegetales (primeros dispositivos estáticos). Los dispositivos móviles los animales, y el dispositivo que nos permite introducirnos dentro de él: el homínido. El  cual,  “la organización superior (de la que formamos parte)” va mejorando (por mutación)  con los años su habitabilidad (neocortex).

¿Qué pasa cuando nos identificamos con este vehículo, tan bien adaptado,  que habitamos temporalmente, y con el que estamos totalmente volcados a la investigación sensorial externa? Pues que nos olvidamos que estamos en “colaborando con la organización”, y nos sentimos separados de ella,  tememos que se estropee el vehículo y "pensamos" que terminamos con él (memos mal que en nuestro interior siempre esta esa sensación de  inmortalidad,  que nos “recuerda” nuestra unión  con la  “organización ”)

Imágenes tal y como aparecen en internet.