El que estemos
acostumbrados a que “todo eso” está ahí, . permitiendo que podamos “estar aquí”,
y que seamos “conscientes” de todo ello, no debería de hacernos creer que es “normal”
por lo natural que es. Porque eso, que por no prestar la suficiente atención, lo vemos tan normal, es un verdadero milagro.
Obsérvate a ti mismo, que poco controlas
conscientemente. “Tus células” están ahí, realizando miles de reacciones químicas
por segundo, trabajando en colaboración entre ellas para, crear funciones (órganos)
que a su vez colaboran entre ellos en sistemas. El corazón, la respiración, las
digestiones, todo realizando sus funciones en sincronía, y sin que nos demos
cuenta en absoluto de nada de ello (solamente tomamos conciencia, cuando algo deja
de funcionar como la hacía).
Nosotros, los “cuasi seres humanos” que en
nuestra arrogancia, nos creemos que sabemos mucho (ahí está nuestra ciencia “que
lo demuestra”) y que lo tenemos “casi todo” claro, sin embargo, no somos capaces de controlar ni
un uno por ciento de “nuestro” propia organismo. Y aunque aparentemente podemos
explicar el “cómo” de algunas cosas, no conocemos “casi nada” de la esencia de las
mismas.
Es tan difícil llegar a la conclusión, que si
no fuera porque “algo” mucho más “inteligente” que nuestra pequeña conciencia
lúcida, coordina en armonía (a pesar nuestro, que intentamos des-armonizar con
nuestra inconsciencia) toda esta estructura que nos da soporte en este mundo
físico-material, no duraríamos “vivos” ni un micro-segundo.
Un camino para tomar consciencia de esa “inteligencia”
es la meditación. Y la reflexión por supuesto de lo observado y "vivido", tanto hacia
fuera, como hacia dentro (en la
meditación)
Imágenes tal y como aparecen en internet