Aceptando que lógicamente se puede llegar a una conclusión que en sí, sea falsa, para continuar con el razonamiento, imaginemos que son ciertas las “hipótesis” que hemos planteado: el pensamiento-idea trasciende la materia y las leyes de la naturaleza están prefijadas (diseño inteligente).
Para que “nuestra mente no se raye”, debemos
poner en algún “sitio” ese pensamiento inteligente que fijó las leyes y pasa
información. Pues nada, la ponemos en “otra dimensión superior” (Ver secuencia de artículos del 25 de octubre
del 2009 donde se explica el concepto de la dimensiones http://jugandoabuscarlaverdad.blogspot.com.es/2009/10/pensamientolibertadevolucionteoria-ii.html
)
Una vez soslayado “nuestro problema mental” de
ubicar el pensamiento, ahora hagamos un paralelismo:
¿Cómo
funciona el intelecto humano, cuando quieres hacer un experimento en un lugar
inaccesible para él?, Supongamos que queremos investigar la Luna.
Primero
tenemos una intención: queremos “investigar = experimentar” que hay en ese
lugar. Luego “ideamos” instrumentos teledirigidos con los que se explora el lugar. Después podemos ir modificando
esos instrumentos en función de los “problemas” que encontramos, por
ejemplo permitir su desplazamiento, con lo que mejoramos el diseño (siempre
apoyados en una base del diseño previo) las mejoras son para “adaptarse” mejor
al entorno cambiante. Además, con lo aprendido, podemos hacer una “cambio total
del diseño” para adaptarlo mejor a las diferentes zonas a explorar. Incluso
podemos dotar de una “inteligencia”- programada (IA), para que tome decisiones autónomas
en función de las diferentes situaciones
que se encuentre. Hasta que hemos mejorado tanto el diseño, que haciéndolo
habitable, nos permite introducirnos a nosotros mismos dentro de él, de forma
que pueda investigar más “directamente” (actuando in situ) el propio lugar.
Los planos, de los dispositivos y de la cadena
de montaje donde se construyen estos dispositivos (con los materiales de
construcción), tenemos que ir modificándolos conforme cambian (se hacen más complejos)
nuestros instrumentos. Esto lo hacemos pasando más información desde nuestra
“idea-mental” a los planos, tanto de la cadena de montaje, como la de los
dispositivos.
Supongamos que nuestro conocimiento
científico es tal, que podemos poner la cadena
de montaje y los planos dentro del propio dispositivo, de forma, que utilice autónomamente los elementos de
construcción desde el entorno ¿Qué tenemos? Una célula. Donde la cadena de
montaje son los ribosomas (lugar donde se sintetizan las proteínas), los planos
los genes (ADN-ARN), los elementos constitutivos los aminoácidos del entorno.
EL trasvase de información para mejora del prototipo, se lleva a cabo a través de la mutación
genética (dirigida por la “organización de dimensión superior”). “la asociación de elementos” cooperando:
serían los pluricelulares vegetales (primeros dispositivos estáticos). Los
dispositivos móviles los animales, y el dispositivo que nos permite
introducirnos dentro de él: el homínido. El cual,
“la organización superior (de la que formamos parte)” va mejorando (por
mutación) con los años su habitabilidad
(neocortex).
¿Qué pasa cuando nos identificamos con este
vehículo, tan bien adaptado, que
habitamos temporalmente, y con el que estamos totalmente volcados a la
investigación sensorial externa? Pues que nos olvidamos que estamos en “colaborando
con la organización”, y nos sentimos separados de ella, tememos que se estropee el vehículo y "pensamos" que terminamos con él
(memos mal que en nuestro interior siempre esta esa sensación de inmortalidad,
que nos “recuerda” nuestra unión con
la “organización ”)
Imágenes tal y como aparecen en internet.
Me resulta muy difícil comentar este post, quizás porque es continuación de uno anterior que no entendí. Lo siento, JV.
ResponderEliminarTal vez los comentarios de los demás me ayuden, o los tuyos. Gracias
Lo siento coeliquore, muchas veces hay cosas que “veo” tan claras, que pienso que los demás también las “ven” igualmente claras, y por lo visto, estoy totalmente equivocado. Simplemente he intentado hacer un análisis de cómo se manifiesta el intelecto humano, para deducir lógicamente la “inteligencia” que se observa en la naturaleza. Es decir, deducir lógicamente el concepto de “diseño inteligente del universo” por la observación.
ResponderEliminarY dale.
ResponderEliminarHe estado reflexionando acerca del diseñador inteligente. Que si Dios, que si el gran Arquitecto (masón), que si los marcianos...
Es de Bilbao, socio (del mismito centro).
Yo no socio, yo no reflexiono sobre el diseñador (se me escapa completamente), yo me conformo con reflexionar sobre el diseño que percibo (que eso ya me viene grande).Chico, a mí este diseño me parece inteligente de "cuidao", je,je.
ResponderEliminarSaludos
Muy interesante.
ResponderEliminarSe me ocurren los siguientes comentarios para seguir jugando a la verdad.
Somos seres tipo Avatar, nuestro cuerpo físico viene a experimentar "de lejos" lo que el cuerpo espiritual no puede palpar y observar.
¿Estamos "aquí" y "allá al mismo tiempo? Cualidad del átomo,
el cual puede estar en dos sitios al mismo tiempo.
Somos " gotas de un gran océano" . Todos somos uno. Venimos a experimentar y recordar.
Bien venidos tus comentarios anónimo.
ResponderEliminarA tú pregunta de si estamos “aquí” y “allá” al mismo tiempo, yo diría, “por supuesto”. Aunque separamos estructuras para analizar (tejidos, órganos, sistemas, células, átomos,… campos de energía), todo está entrelazado. Porque estamos siendo al mismo “tiempo” todas y cada una de esas estructuras (lo que vemos “aquí” y lo que no vemos “allá).
Efectivamente, somos como gotas de agua que cuando estamos en el aire, nos creemos “independientes”. Pero queramos o no, formamos parte de ese océano y nos fundimos con él, así como salimos de él constantemente en este fluir vital (somos el salpicar de las olas).
No me gusta la tendencia de referirnos a esa "inteligencia" como a algo externo a nosotros, algo "independiente" que lo ha creado todo. Un argumento de este blog es que desde una dimensión superior se crean las condiciones oportunas y necesarias en una dimensión inferior para poder explorarla y experimentarla a través de la experiencia propia y directa. De ahí la necesidad de encarnar en una vida para experimentar la 3ª dimensión. Es obvio que el observador y el experimentador somos nosotros mismos, así que es lógico que el creador también sea uno mismo y no alguien de fuera, ya que nadie como cada cual sabe que experiencia le conviene pasar (hablo desde el punto de vista del ser espiritual, de ese Yo Superior). Si parece que somos capaces de crear nuestras experiencias de vida, quizá también hayamos sido capaces de crear el Universo donde llevarlas a cabo. Así que no hay cuidado, "Dios" no está fuera. Ahí afuera no hay nadie más. Esa Inteligencia somos nosotros y nos hemos fabricado un juguete que flipas: el universo y la vida.
ResponderEliminarAnandamida, a mí tampoco me gusta referirme a esa “inteligencia” como algo externo, porque también es interno. Cuando tocamos estos conceptos desde el punto de vista “racional-cerebro-izquierdo”, nos vemos avocados a las paradojas.
ResponderEliminarPor un lado nos percibimos aislados como individuos, pero al mismo tiempo estamos unidos en los profundo (dimensiones superiores). Formamos parte del “todo”, pero no podemos ser el “todo” (en esta manifestación). Esa “inteligencia” está dentro y está fuera simultáneamente, por lo tanto “es” (lo que implica que ni hay dentro ni hay fuera). Esto es como el Koan Zen: ¿Cuál es el sonido de una palmada con una sola mano?