domingo, 22 de junio de 2014

A dios rogando y con la ciencia dando.

El otro día leo: “La ortorexia,  esta nueva ‘patología’ se ha colado entre las preocupaciones de las autoridades sanitarias…

 “Se entiende por ortorexia la obsesión patológica por la comida biológicamente pura. Las personas que padecen esta enfermedad tienen una preocupación excesiva por la comida sana que les lleva a consumir exclusivamente alimentos procedentes de la agricultura ecológica, es decir, que estén libres de componentes transgénicos, sustancias artificiales, pesticidas o herbicidas”.

Otra nueva etiqueta al cajón de “las enfermedades” como lo fue el TDA (trastorno del déficit de atención) y otras de la misma “etiología”. Las  ‘autoridades’ están pensando en tratarla con algún nuevo fármaco  para volver los ‘enfermos’ a la ‘normalidad’.

 Todo lo que se sale del patrón establecido por las “autoridades”, especialmente si es susceptible de coartar intereses particulares, se considera  una desviación a ‘tratar’. También se ha observado el caso contrario, hacer “normal” algo que pueda estimular los intereses particulares de esas “autoridades”.

Argumentan estas  autoridades para definir los patrones ‘normales’ que, : “estudios científicos demuestran que …” o sea, la “ciencia” . Sin embargo, sabiendo que la mayoría de las autoridades padecen  el síndrome  de “acumulosis compulsiva idiopática” (alteración de la conducta, con exceso de acumulación compulsivo  de origen desconocido,  -aunque estudios recientes dicen que se originan en el “ego”-).

Aquellos que  lamentablemente se creen todo esto, no se han dado cuenta que están afectados por una nueva enfermedad  denominada: “ciencitis” (una inflamación de la ciencia). Cuyo síntoma más característico, es una “creencia a pies juntillas” de la palabra pronunciada, o escrita, por la “autoridad competente”.
Estudios recientes demuestran que  La “ciencitis”, aparece cuando hay  una “hiperplasia de la ciencia”. Esta hiperplasia,  hace que “la ciencia” deje de funcionar como debe, y es utilizada como un confirmador “ad hoc” de cualquier cosa, que interese a los intereses (valga la redundancia) de las “autoridades” y otros amiguetes simbióticos.

Igual que antes (y no tan antes),  se utilizaba  el nombre de Dios, como argumento definitivo para realizar cualquier barbaridad con la intención de satisfacer los deseos de una “autoridad”. Ahora, se utiliza el nombre de la “ciencia” con los mismos propósitos.

Así que,  para evitar padecer la “ciencitis” y caer en la manipulación de las “autoridades” afectadas por el síndrome de acumulosis,  hay que administrarse un poco de “con-ciencia”, y analizar uno mismo las cosas. Pasarlas por el “tamiz” del sentido común y la razón, e indagar y por supuesto apoyarse en  la CIENCIA (pero asegurarse que no es la patológica). 






Imágenes tal y como aparecen en internet