El otro día leo: “La ortorexia, esta
nueva ‘patología’ se ha colado entre las preocupaciones de las autoridades
sanitarias…
“Se entiende por ortorexia la obsesión
patológica por la comida biológicamente pura. Las personas que padecen esta
enfermedad tienen una preocupación excesiva por la comida sana que les lleva a
consumir exclusivamente alimentos procedentes de la agricultura ecológica, es
decir, que estén libres de componentes transgénicos, sustancias artificiales,
pesticidas o herbicidas”.
Otra nueva etiqueta al cajón de “las enfermedades” como lo
fue el TDA (trastorno del déficit de atención) y otras de la misma “etiología”.
Las ‘autoridades’ están pensando en tratarla
con algún nuevo fármaco para volver los ‘enfermos’
a la ‘normalidad’.
Todo lo que se sale
del patrón establecido por las “autoridades”, especialmente si es susceptible de
coartar intereses particulares, se considera una desviación a ‘tratar’. También se ha observado
el caso contrario, hacer “normal” algo que pueda estimular los intereses
particulares de esas “autoridades”.
Argumentan estas autoridades para definir los patrones
‘normales’ que, : “estudios científicos demuestran que …” o sea, la “ciencia” .
Sin embargo, sabiendo que la mayoría de las autoridades padecen el síndrome de “acumulosis compulsiva idiopática”
(alteración de la conducta, con exceso de acumulación compulsivo de origen desconocido, -aunque estudios recientes dicen que se
originan en el “ego”-).
Aquellos que lamentablemente se creen todo esto, no se han
dado cuenta que están afectados por una nueva enfermedad denominada: “ciencitis” (una inflamación de
la ciencia). Cuyo síntoma más característico, es una “creencia a pies
juntillas” de la palabra pronunciada, o escrita, por la “autoridad competente”.

Igual que antes (y no tan antes), se utilizaba
el nombre de Dios, como argumento definitivo para realizar cualquier
barbaridad con la intención de satisfacer los deseos de una “autoridad”. Ahora,
se utiliza el nombre de la “ciencia” con los mismos propósitos.

Imágenes tal y como aparecen en internet
Que hay ortorexia (desconocía el palabro) es cierto.
ResponderEliminarLos tiempos postmuerte de Dios es lo que tienen, y ahí hay un saco de gente buscando a Dios en los yerbajos ecológicos.
Está bien, son sanos y perrifláuticos. Qué ricos.
Teresa de Cepeda lo buscaba (al Boss) y encontraba, al parecer, en las perolas. Yo también lo hallo en las perolas.
Hay ciencitis también o, más exactamente, tecnologitis y politiquitis, es decir, ingenuidad, falta de pensamiento y manipulación.
Pero la ciencia es algo muy simple.
En los albores de la ciencia moderna Francis Bacon, allá por el XVI-XVII, ya pone en guardia contra los falsos ídolos, esas “autoridades” que citas.
Desde siempre la ciencia está sobreaviso y contiene en sí misma un potente y congénito vector autócrítico. Otra cosa son la manga de mangurrianes interesados que ocupan y desocupan las cátedras y consejos de “desadministración” (los muy joputas).
En cualquier caso, a la ciencia le compete -yo se lo exijo- demarcaciones y denuncias de cuanto es ingenuidad, manipulación o fraude. Es decir, que sean autoridades, pero de verdad, esto es que tengan autoridad intelectual.
Por cierto, socio, tengo gargantitis. Joer.
Bueno, eso de que la ciencia es algo muy simple... quizás te refieras al método científico, pero precisamente porque 'la cosa ciencia', se ha complicado lo suyo, permite que se pueda manipular y reinterpretar, para ser presentada al 'crédulo'
ResponderEliminarCuídate esa gargantitis socio... y observa que no puedes tragar ;-)
Pues eso que dices al final: sentido común, razón, pisar tierra, contrastar, no creérselo todo a pies juntillas, dejar de poner dioses en pedestales. En fin...
ResponderEliminarEn fin... ahí está la clave coeliquore, en un@ mism@.
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