domingo, 6 de septiembre de 2009

Caso práctico de ejercicio de “libertad”.


Aprovechando el tirón mediático y el impacto social de la llamada “gripe A”, vamos a plantearnos un caso práctico del uso de nuestra libertad.

Tenemos por un lado un “presión” por parte de los medios de comunicación que suscitan el “miedo”, resaltando las incidencias negativas de la “gripe A” y obviando datos de interés que mostrarían una imagen menos alarmista de la misma.
Por otro lado las voces de la autoridad (OMS, Gobiernos,…) se debaten entre dos discursos, en primer lugar y hasta ahora alarmista y últimamente una precaución moderada. La “rumorología”: “A mi me han dicho que…”; “pues el amigo del primo de mi vecino le pasó que….” Y por último, uno de los principios de nuestra cultura médica occidental, que podríamos centrar en: “las vacunas previenen la enfermedad”. Todas estas informaciones conforman la circunstancia dentro de la cual tenemos que ejercer nuestra “libertad”. Aledañas a ellas, surgen como setas, discursos disidentes (La gripe común causa mas estragos, esta es una gripe con intereses económicos, las vacunas no son tan efectivas como dicen -generan anticuerpos y por ejemplo tenemos el caso del SIDA que precisamente la detección de anticuerpos es la señal de que se padece la “enfermedad”-, las vacunas provocan enfermedades nuevas, etc...)

¿Cómo podemos ejercer nuestra libertad en esta situación?¿como saber si estamos eligiendo libremente o estamos siendo manipulados por las informaciones que nos “atacan” generando miedo?

PD: Esta semana la imagen la hemos sacado de Internet: http://www.blogdelbebe.com/. Nuestra colaboradora dice, que no ha tenido tiempo de hacernos la imagen de la semana.

17 comentarios:

  1. ¿Cómo puedo ejercer mi libertad si no tengo información? ¿Cómo puedo ejercer mi libertad si tengo información pero esta no es correcta? ¿Cómo puedo ejercer mi libertad si tengo información no correcta y esta está tergiversada deliberadamente?
    Puedo ejercer mi libertad eligiendo entre las opciones disponibles, pero, ¿y si estas opciones están manipuladas? ¿estoy eligiendo o me están “obligando” a elegir?
    Soy libre y elijo libremente en cualquier circunstancia, pero si las opciones entre las que elegir no han sido elegidas libremente, mi elección será “forzada”, por tanto no será libre.
    Para elegir libremente (para SER LIBRES) tenemos que saber y contar con la “verdad”, y eso no ocurre en nuestro sistema. Nuestro sistema manipula la información, delimita las opciones entre las que elegir, y nos “obliga” a tomar una elección.
    Porque puedo elegir soy libre, mas porque no puedo elegir con “conocimiento” no soy libre. La libertad, en nuestro sistema, es una ilusión. Hagamos tabula rasa.

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  2. Ananadamida, creo que el problema no está en que no tengamos información, sino que tenemos un exceso de información. Además, como bien apuntas, la información que tenemos es contrapuesta, sesgada, manipulada (la mayoría de las veces por intereses egoístas, o por miedos) y la peor de las características que la acompaña, es que la tenemos completamente mezclada, es decir, hay algunas “verdades” mezcladas entre cantidades de falsedades (intencionadas o no), de forma que para algunos, esas “verdades” pueden perder su “valor” al fundirse con las falsedades y para otros puede ocurrir completamente lo contrario, esas falsedades puede “creerse” como verdades.

    Luego, podemos concluir que lamentablemente en este mundo (hoy por hoy) no podemos (mejor dicho no debemos, aunque por pereza mental apetezca) aceptar la información que recibimos como buena de entrada, (aunque esta venga de supuestas “fuentes oficiales” ó “expertos” en la materia), entonces ¿Cómo podemos elegir en libertad sin conocer la “verdad”?. Bueno ahí está el trabajo nuestro, como la “verdad” está mezclada con la falsedad, debemos “desbrozar” la información. Sería muy fácil si tuviéramos que elegir sabiendo la verdad ¿no?.

    Todos tenemos algo en común: “el pensar” (y la capacidad de razonamiento) y algo particular de cada uno: nuestra experiencia. Luego esa “información (desinformación)” que se nos ofrece, la podemos someter a ese “pensar” razonado y cotejar todas las informaciones que recibimos, teniendo en cuenta nuestras experiencias propias. Aplicar el sentido común (dicho sea de paso, el menos común de los sentidos) y también ¿ por qué no? hay que dejarse llevar por la intuición y plantearse ¿a quien beneficia nuestra elección?. Al final tendremos “nuestra verdad” y deberíamos tomar la decisión conforme a ella. Si a balón pasado, nos hemos equivocado, bueno entonces tendremos una experiencia que nos ayudará en la próxima decisión. Pero para mí, esto sería elegir en libertad.

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  3. Carecer de certezas es la garantía de nuestra libertad. Lo que me condiciona no me determina. Y no hay otro mundo en el que hacerlo. Me voy a la piltra (creo que libremente), pero como Morfeo no me eche un cable, lo voy a tener jodido.

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  4. CrisCrac, carecer de certezas y elegir en consecuencia es como jugar a la ruleta rusa: si acierto “por casualidad” en la elección, me salvo; si me equivoco… ¡pum!. Para elegir en consecuencia debo tener al menos la creencia en una certeza (aunque esa “certeza” no sea cierta, pero creo en ella).
    JV, tu discurso es excesivamente vasto. Mañana te contesto que a estas horas y aquí, en el “control”, la petotica no me da para más.

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  5. Una vez hecho el “ingreso”, aquí estoy de nuevo y veo otra acepción de la frase “carecer de certezas es la garantía de nuestra libertad”. Si con ello se hace referencia a la carencia de certezas de nuestros “conocimientos científicos” como sociedad, o los diferentes puntos de vista y teorías sobre un tema determinado de nuestros “expertos”, entonces estoy de acuerdo.
    Lo dicho antes, a estas horas y aquí en el ‘control’, la pelotica no me da para más.

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  6. Estoy con “Criscrac” en lo de: “Carecer de certezas...”. Si tenemos la “certeza” de algo que entra en nuestra posibilidad de elección, claramente condiciona nuestra elección en función de nuestro “deseo” y entonces no hay elección, o mejor dicho, la elección estaría cantada, por lo tanto no hay nada que elegir. No hay libertad.

    ¿Qué situaciones nos plantea la vida normalmente? (y dicho sea de paso lo que todo el mundo evita al máximo por el stress que supone). Pues, que hay que tomar decisiones, sin conocer a priori los resultados de las mismas, es decir, sin certezas y solamente tenemos “nuestro pensar” (y experiencia) para evaluar y decidir en libertad.

    ¿Qué hace la mayoría? Delegar su libertad en los otros ¿Qué otros? Esos que saben más, que son “superiores”, que les analizan las situaciones, les dicen que es “mejor” y que es “peor”, que hacen esos “protocolos” de actuación (para no tener que decidir) en función de ordenes de “estamentos superiores” , las elecciones de las mayorías etc.… es decir, se dejan “elegir”. ¿Porqué? Por “miedo” a la responsabilidad de la elección, a tomar la elección equivocada, cuando esta, si se ha “pensado” no existe

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  7. JV, al decir que tu discurso era vasto me estaba refiriendo a la imposibilidad de “razonar” y “desbrozar” la verdad desde nuestros conocimientos, ya que estamos en una sociedad basada en la especialización del saber. Podemos razonar en nuestro ámbito de conocimiento pero no en los campos donde soy un neófito, pues la falta de “saber” en ellos me impide desbrozar la verdad aunque tenga información (la mayoría de las veces de distintas fuentes y contradictoria). Aquí no me queda más opción que aceptar como válido lo que los “expertos” en la materia me dicen, y si ellos tergiversan la información yo seré manipulado aún sin saberlo. En cuanto al “pensar” y nuestra “experiencia”, ya se ha comentado en este mismo blog que ello es subjetivo y por tanto será “mi” verdad, pero no me ofrece garantía alguna de certeza. Y si nos remitimos a la “intuición”, amigo, es algo así como remitirse al “horizonte de sucesos”. Por tanto me reafirmo en mi conclusión de otros comentarios: La libertad, en nuestro sistema, es una ilusión. Somos libres, pero manipulables, lo que nos hace no libres.

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  8. Vaya JV, ha habido una "coincidencia espacio-temporal" de nuestros pensamientos. Hemos estado escribiendo a la vez pregunta y respuesta, jajajaja.

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  9. “Si tenemos la ‘certeza’ de algo que entra en nuestra posibilidad de elección, claramente condiciona nuestra elección en función de nuestro ‘deseo’ y entonces no hay elección, o mejor dicho, la elección estaría cantada, por lo tanto no hay nada que elegir. No hay libertad.”
    Perdona amigo, pero aquí veo una contradicción tuya con un mismo comentario tuyo en un post anterior. ¿No se trataba de eso, de hacerse uno con la verdad y entonces el margen de acción es cero y perder la libertad libremente? Me vuelvo a ratificar en que “cuanto menos libres somos, más libres nos sentimos”.

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  10. No Anandamida, no hay contradicción, quizás es que no me he explicado bien. Cuando estoy hablando "del proceso (evolutivo)”, que es donde estamos todos nosotros actualmente, es cuando no hay (salvo en raras ocasiones intuitivas) certezas ni conocimiento de resultado a priori, por lo tanto es cuando tenemos que trabajar la “libertad” (apoyándonos en nuestro “pensar”, “intuir -desde ese horizonte de sucesos-” y también en la experiencia).

    Cuando hablaba de “hacerse uno con la verdad”, me estoy refiriendo a ese hipotético límite, donde la “Verdad es una” y nos alineamos con ella. Si ahí hemos llegado(si llegamos),será ejercitando nuestra libertad. En ese punto límite, ya no hay margen de maniobra. Lógicamente, si la “Verdad es una”, no hay posibilidad de elección. Por lo tanto ya no puede haber libertad (no es necesaria). Como dijimos al principio, para manifestarse la libertad deben de haber al menos dos alternativas (¿dualidad?).

    Tienes razón... hemos tenido una “coincidencia” espacio-temporal, de pregunta y respuesta. Pero como ya he leído la pregunta, simplemente apuntar una reflexión que yo me aplico:
    “Con “nuestro pensar”, podemos abarcar todos los conocimientos, aunque sea superficialmente y también con “nuestro pensar”, podemos profundizar hasta donde queramos (o se nos posibilite), en cualquier disciplina o especialidad”

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  11. ¿Quieres decir que durante el proceso evolutivo no pueden existir verdades y certezas? ¿Quieres decir que el punto de unión con la “Verdad”, ese límite del que hablamos, se alcanza de golpe?
    Yo pienso que la “Verdad” o “Certeza Absoluta” (el límite) se alcanza con la suma de pequeñas certezas adquiridas a lo largo del proceso evolutivo (o camino), por lo que cada certeza se suma al bagaje de todas mis certezas adquiridas anteriormente hasta llegar al límite donde sólo existe una “Verdad” y una “Certeza”. Ello implica que a lo largo del proceso evolutivo tenemos cada vez más “certezas con conocimiento” y menos “elecciones aleatorias” de resultado incierto, lo que significa ir perdiendo el abanico de posibilidades donde elegir (por lo que cada vez que conseguimos una certeza deberíamos guardarla como oro en paño).
    No estoy de acuerdo en que con nuestro pensar podamos abarcar todos los conocimientos y podamos profundizar hasta donde queramos (vamos, ni los más sabios del lugar). Ello implicaría poder llegar al conocimiento absoluto, la “Verdad”, y habría acabado nuestra evolución. Algún día llegará, pero creo que para eso aún nos faltan unas cuantas vidas en este plano y no sé cuantos eones más en los otros. El hombre (y su pensar) es limitado, por eso estamos en este nivel.

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  12. Quiero decir, que durante el proceso evolutivo debemos elegir sin conocer los resultados a priori. Estoy de acuerdo en que las verdades y certezas en el camino las habrá, pero se suelen conocer a posteriori y formarán nuestra “base de conocimiento experiencial”. Efectivamente a lo largo del camino evolutivo tenemos más “conocimiento” y las elecciones son con más “conciencia” (claramente, si “aprendemos” algo de nuestras experiencias).

    Nunca he dicho que con nuestro “pensar” lleguemos al conocimiento absoluto total.Para ello tendríamos que fundirnos con "Ese Todo".
    He dicho, y lo mantengo que con nuestro “pensar” podemos profundizar hasta donde queramos (o donde nos sea posible), pero siempre si tenemos la voluntad de hacerlo. Podemos profundizar lo suficiente (en la información que tengamos), como para tomar una decisión “meditada” (aunque como bien dices, como no somos sabios, la podemos tomar equivocada. Tampoco pasa nada en ese caso, aumentamos nuestra experiencia).

    Respecto a que el hombre y su “pensar” es limitado, yo no lo se.

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  13. Supongo que habéis notado que pongo “pensar” (entre comillas). La razón de las comillas, es que me refiero a la utilización del pensamiento como una “herramienta” a nuestro servicio. Por lo tanto, ese “pensar” del que hablo, no tiene nada que ver con la “tormenta” de pensamientos cotidianos (sin hilo lógico y motivados por multitud de estímulos externos, sentimientos, etc.…) que no paran de “bombardear” nuestra mente. Solamente conozco un medio para conseguir aquietarlos y es a través de la “meditación”. A través de esa práctica (corroborada para mí con mi propia experiencia), es con la que se puede conseguir pasar del pensamiento “alocado” al pensamiento digamos “controlado”.

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  14. He dicho pensamiento "controlado", quizás mejor pensamiento "cordial" (cor-cordis del corazón).

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  15. La meditación aquieta el pensamiento y deja aflorar el sentimiento. No se puede "pensar" la unión a un todo, algo así sólo se puede "sentir".

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  16. Efectivamente Anandamida, durante la meditación debe de haber ausencia de pensamiento y quietud en la mente. Solamente se debe (o por lo menos intentar) sentir, “observar sin pensar” con la mente centrada. Quizás no me he explicado bien, me refería a que al realizar habitualmente esta práctica (la meditación), facilita ese control sobre la mente, para que se transforme su “pensar alocado" en herramienta o “pensar cordial” (pensamiento dirigido o controlado desde el "corazón").

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