domingo, 20 de septiembre de 2009

Pensar → Libertad → Responsabilidad.

En principio hemos concluido que la libertad es algo intrínseco al ser humano y que, también, en principio, solamente podemos aspirar a ser co-autores de nuestra propia vida.

Lo que hace que el ser humano tenga esta peculiaridad de “la libertad”, es precisamente su capacidad de pensar (esta “capacidad de pensar”, ya la trataremos en próximos “posts”). En la entrada de hoy vamos a poner el foco en lo que se deriva de la libertad, es decir, la responsabilidad.

Como dijo Spiderman (conocido gran filósofo): “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Y que poder más grande que la libertad. El uso consciente de la libertad, debe llevar un gran sentido de la responsabilidad. Porque cualquier acto o pensamiento libre, debería llevar asociado una reflexión sobre las posibles consecuencias que de ello se deriva. Ser libre, implica ser responsable directo de nuestros actos (y pensamientos). Quizás sea el motivo por el cual, la mayoría de la gente, consciente o inconscientemente, no quieren ser libres, y prefieren delegar en otros su libertad, para no tener que aceptar la responsabilidad asociada. Precisamente ese “miedo” a la responsabilidad derivada de nuestros actos (incluso de nuestros pensamientos), es lo que produce la esclavitud física y/o mental. Por lo tanto, el ser humano que tiene miedo a la responsabilidad derivada de la libertad, puede quedar subyugando, bajo el poder de quien o quienes, son capaces de aprovechar esta característica presente en la mayoría.

Entonces cada uno de nosotros podríamos plantearnos: ¿Queremos ser libres y responsables, viviendo en la incertidumbre de la libertad? o ¿queremos ser prisioneros del “miedo” a... (cada uno, que llene los puntos suspensivos con sus miedos a la responsabilidad asociada) y vivir en una falsa seguridad?

6 comentarios:

  1. Después de leer atenta y detenidamente tu post de esta semana, y después de haber meditado pausada y profundamente sobre él, me decido a hacerte una pequeña puntualización que creo oportuna en nombre de la verdad y de los derechos de autor (ojito a la SGAE) de la famosa frase “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, frase en principio atribuida a ese gran filósofo llamado Spiderman del cual soy ferviente seguidor desde que era un niño, para aclarar que el susodicho conjunto de palabras no es originario del arácnido humano sino de su tío, que fue muerto por un ladrón del tres al cuarto en plena calle mientras huía (el ladrón), precisamente, de Peter Parker que acababa de ganar su primer combate y su primer sueldo (ozú, que lastimica).

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  2. Verdad dices Anandamida, la frase filosófica nos sonaba mucho de la película Spiderman. Como ya hace tiempo que la habíamos visto, nos hemos equivocado en el personaje que dijo la misma. De todas formas lo importante es la frase, quien lo diga, solamente es el medio. Pero está muy bien la puntualización en nombre de la verdad.

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  3. No deja de ser curioso que el primer acto de libertad del ser humano, según el Génesis, sea el de papearse una manzana (golden, fijo) y que ese acto conlleve de modo inmediato la vergüenza, la que sienten Adán y Eva cuando el Super-Baranda of All Heaven les pregunta por qué se esconden, y le responden: “es que nos da vergüenza, Señor”.

    Ese pudor supone que el primer acto de conciencia lo es de autoconciencia y de cierta culpabilidad más que responsabilidad. Y procede de una acción libre. Hoy día el despelote free bolillas beach es, a la contra de aquel prístino instante, un acto de libertad. Qué cosas.

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  4. Eso de la manzana es una leyenda urbana, o está sacado de alguna pintura hecha por algún ser humano, o de alguna película del “Hollywood”, porque como puedes comprobar leyendo el Génesis, no habla de ninguna manzana. Habla “del fruto del árbol que está en medio” y parece que ese “fruto” tenía unas características especiales (según la serpiente) y es que si lo toman: “Serían como Dios conocedores del bien y del mal”, Eva (que ya apuntaba maneras femeninas) “vio que el árbol era bueno para comer, agradable a los ojos y codiciable para alcanzar sabiduría, tomó del “fruto” (¿??) comió y también le dio a su esposo, que comió igual que ella. Ahh! y lo que les había dicho Dios (según le dijo Eva a la serpiente), era que: “No comáis de él ni lo toquéis, para que no muráis”. Ósea, que de manzana nada, de nada ¿No será esto del Génesis un lenguaje simbólico expresado en imágenes para ser interpretado por el hombre? (lamentablemente y con la inestimable colaboración de algunos personajes de la Iglesia católica, al burgo, se les ha interpretado literalmente, con el consiguiente desprestigio posterior).

    Efectivamente “tomar del fruto del árbol de la ciencia”, podría implicar “pensar”, por lo tanto tomar autoconciencia y ser consciente de la muerte (como ya avisó Dios) y de la desnudez (¿de que solemos avergonzarnos?¿de nuestras imperfecciones o defectos?, ¿no simbolizará la desnudez el ser conscientes de nuestras imperfecciones?). A mi corto entender, creo que no tiene nada que ver con las desnudez del cuerpo físico.

    De sentirse culpables, nada de nada. A lo hecho pecho, por lo tanto, ahora después de esa “desobediencia primigenia o pecado original” a acarrear con las consecuencia, es decir, ser responsables de nuestro acto y pagar su precio, ósea vivir siendo conscientes de la muerte (vaya sinsentido aparente), evolucionando (o involucionado según apliquemos nuestra libertad).

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