domingo, 5 de septiembre de 2010

¿El hombre desciende del mono?


Vamos a darle otro golpecito al “establishment” científico actual, no con la intención de irritar, sino para activar la máquina de pensar. La hipótesis comúnmente aceptada, no tienen porque ser la única posible y verdadera.

Primero hagamos unas observaciones ontogénicas (desarrollo del individuo).

En el reino vegetal:
Si observamos el crecimiento de una planta, normalmente hay un pequeño brote central, que más tarde se transforma en una hoja diferenciada, o se divide y de él sale otro brote, el cual se transforma en una hoja diferenciada (según las especies). Bien, lo que suele ser una observación común, es que el brote que marca el crecimiento de la planta, es indiferenciado mientras está en crecimiento. Es muy extraño (hasta ahora nunca lo he observado), que desde una hoja ya crecida y terminada aparezca un brote de crecimiento. Siempre el brote de crecimiento, es independiente de las hojas (o elementos diferenciados) y es el eje o tronco común de donde se separan las hojas para diferenciarse (especializarse).


En el reino animal:
Si observamos (quiero decir, que vemos fotos o dibujos hechos por quienes han observado y estudiado) la “embriogénesis” o crecimiento de un embrión. Siempre empieza con una célula indiferenciada, que se va duplicando (recibiendo diferentes nombres en función de las fases) hasta que comienza la diferenciación celular. En esta fase, se denomina embrión , y en ella, ya se puede apreciar, donde estará la cabeza, la espina dorsal, etc… ( en vertebrados claro)

Primera observación: prácticamente la comparación de embriones dentro de cada grupo, revela semejanzas notables. Casi no se aprecia diferencia alguna morfológica, entre un pez y un ser humano en los primeros estadios embrionarios (periodos temporales aparte).Ver figura adjunta.
Segunda observación: Cuando la diferenciación ha llegado a su nivel máximo, ya no hay posibilidad de modificación (excepto la células indiferenciadas o “madre”). Como en el caso del reino vegetal, solamente mientras no hay diferenciación (especialización celular y anatómica), son posibles los cambios (células madre). El único cambio posible de la parte especializada, es el envejecimiento, enquilosamiento y desaparición (muerte).

Ahora unas observaciones filogénicas (evolución de las especies).

Observemos por ejemplo la evolución de los dedos de la pata equina (aparentemente muy bien estudiada por el registro fósil). Desde el Hyracotherium (Eohippus del Eoceno 55 millones de años) al equinus actual. Curiosamente conforme evoluciona y se adapta al medio pierde dedos.

Los dedos de los ancestros de las aves (reptiles theropodos pasando por el Archaeopteryx) conforme evoluciona y se adapta al medio, se transforman en las alas. Los cetáceos sus ancestros eran terrestres y su dedos se han ido adaptando al medio transformándose en aletas.

Observación: Los dedos originales, se han ido adaptando al medio formando miembros especializados.
Por último, observemos el aspecto del cráneo de un chimpancé recién nacido (o un orangután). Podemos observar que el del bebe orangután es mucho más parecido al cráneo humano, que el de un simio adulo.
Analizando todos estos detalles, parece que se no invita a deducir, que la posibilidad de evolución está en lo indiferenciado y maleable. Que lo rígido y esclerotizado son elementos de paso que quedan atrás.

En el “patrón” humano (hoy por hoy), un núcleo central con cinco apéndices a saber: cabeza, dos brazos y dos piernas, que se repite de forma cuasi fractal en los cinco dedos (apéndices) de las manos y pies. Parece ser el patrón central en evolución (sin apenas diferenciación). Los demás animales, son separaciones por especialización y adaptación al medio (prototipos evolutivos), que se van quedando atrás esclerotizándose y desprendiéndose de ese patrón en evolución. El hombre, ha ido supliendo la adaptación al medio del cuerpo físico por la evolución de su cerebro, soporte físico de la “mente. Parece que es la punta “tierna de crecimiento” evolutiva. Está por lo tanto en nosotros el eje evolutivo “punta del tronco del abeto, y los otros animales, son las ramas del paso evolutivo que van quedando atrás”. Por lo tanto podríamos decir, que el “mono es un "decendiende" (paso evolutivo) del hombre”.
Fuente imágenes de embriones: alejandrofatouh.blogspot.com
Evolución equina tal como aparece en: www.taringa.net/posts/mascotas/5799818/Caball...

12 comentarios:

  1. Creo que podemos afirmar sin temor a equivocarnos que sólo lo indiferenciado se puede diferenciar. La pregunta es: ¿por qué o en base a qué se diferencia lo indiferenciado? La respuesta es: en base a la información que se le aplica.

    Una amorfa masa de arcilla se puede diferenciar en un simple plato. Si le aplicamos más información podemos obtener un botijo. Y si aún añadimos más información podrá aparecer la figura de un Quijote montado en su Rocinante.

    La materia que constituye esas figuras es la misma en todos los casos: arcilla. Es la información que contiene cada una de ellas la que las hace más o menos complejas, más o menos evolucionadas.

    En el caso de los seres vivos, la materia que forma una brizna de hierba o un ser humano es la misma: carbono, oxígeno, nitrógeno, etc. Es la información que contiene cada ser, que en este caso llamamos información genética, lo que lo hace más o menos complejo y evolucionado. Es esta información la que se manifiesta en una forma física y unas características determinadas. Lo que evoluciona es la información.

    Decir que el hombre desciende del mono o que el mono es un paso evolutivo del hombre viene a ser lo mismo que decir que el botijo desciende del plato o que el plato es un paso evolutivo del botijo.

    Pues en parte sí, y en parte no. Lo que está claro es que el ser que más y mejor información contiene es el ser humano, por lo que parece evidente que es la “punta de lanza” de la evolución.

    ResponderEliminar
  2. Si hablamos del mundo biologico del ser humano, por supuesto que el mono es un cascaron o ancestro nuestro, pero es una ramificación que se quedo atrás en el paso evolutivo. A diferencia de eso si hablamos del ser humano como tal, el ser humano es extraordinario, , o en todo su crecimiento que va desde la niñez hasta su vejez, porque no nos podemos quedar sólo con la biologia, sino menudo aburrimiento señores!!. Si nos quedamos sólo con las conclusiones básicas de la biologia, no avanzamos. Claro que partimos en embriones de las especies más basicas hasta el desarrollo de los pulmones y más tarde de las extremidades y del cerebro.... La edad no importa, yo conozco ancianos que están bien y siguen adelante, vosotros no?.

    ResponderEliminar
  3. Anandamida, estoy completamente de acuerdo, en que lo que evoluciona es la información (de hecho, es la información con lo que se modela el universo material)
    Pero eso de que es lo mismo decir que “el hombre desciende del mono” ó, “que el mono es un paso evolutivo de hombre”, creo que no está tan claro, porque hay un matiz que aunque pase inadvertido, es la piedra fundamental de la controversia. Porque eso implica “evolución ciega o diseño inteligente”.
    Para ver ese matiz, volvamos a tu ejemplo del botijo, la idea es: Idea-información “dispositivo que sirve para beber y que mantenga el agua limpia y fresca “(botijo).
    Admitamos como hipótesis, que la propia “materia viva”, contiene en sí al “alfarero” (es la hipótesis actual). Un plato precede al botijo, pueden ser de barro y ambos pueden mantener el agua. Pero uno la mantiene limpia y fresca y el otro no. El “alfarero” que hasta ahora solamente tiene un plato (con intención o no) prueba otro diseño. Empieza con el plato, pero continúa un poco más y crea un vaso. Entonces tiene dos diseños, el plato y el vaso. Cada uno de ellos seguiría evolucionando en su especialización. Por lo tanto el “plato” y el “vaso” se independizan como tales. Pueden mantener el agua, pero no limpia y son viables para otros menesteres
    Con barro nuevo, “el alfarero-materia-viva”, empieza otra vez con el plato, continua al vaso y por “casualidad o intencionadamente” pasa del vaso y lo cierra y le hace dos agujeros (con uno solo es muy difícil que salga el agua). Sea como sea, ha llegado al prototipo del botijo. Pero para llegar ahí, tiene que pasar por el plato y el vaso.
    El botijo, no desciende de un plato, o vaso concreto que evoluciona. Un PLATO terminado no evoluciona. El botijo, parte de una “materia nueva indiferenciada+ información acumulada en las pruebas+ nueva información”. Por lo tanto, para llegar a él durante su materialización, pasa por estadios “cuasi plato”, “cuasi vaso”… (Embriogénesis del botijo). De la idea inicial “dispositivo que mantenga el agua limpia y fresca“, han resultado unos tipos de platos, vasos, etc.… hasta llegar al prototipo (mejorable) que sigue en evolución. ¿Entonces qué es lo que está evolucionando? Como bien has apuntado la “idea-información” que modela la “materia” y se realimenta en nueva información más compleja. Lo que nos puede llevar a la hipótesis, de que unos tipos de platos, vasos, etc… son simples estados intermedios derivados de una “idea-información” en evolución. Todo esto nos invita a pensar en la teoría del “diseño inteligente en evolución” y olvidarnos de la poco probable “evolución aleatoria”. Como hemos partido de la hipótesis de que el alfarero está en la “materia viva” pues, de momento diremos “diseño inteligente de la propia materia-información”. Como apunto camaleónico, un “mono” y otros antecesores son un “cascarón”, un estadio intermedio necesario para el desarrollo de una idea “hombre en evolución”, que hoy por hoy tiene el aspecto humano que conocemos (que por supuesto abandonará también como cascarón de paso, aunque el vehículo fisiológico actual perdure hasta su extinción como lo hicieron los Australopithecus, Neandertales, etc…)
    Esto es otra hipótesis de trabajo.

    ResponderEliminar
  4. Si si, JV. Es eso lo que quería apuntar. El error de interpretación está en la frase que he utilizado mal: "Decir QUE el hombre desciende del mono o QUE el mono es un paso evolutivo del hombre viene a ser lo mismo que decir QUE el botijo desciende del plato o QUE el plato es un paso evolutivo del botijo."

    Lo que quería y debería haber dicho es: "Decir SI el hombre desciende del mono o SI el mono es un paso evolutivo del hombre viene a ser lo mismo que decir SI el botijo desciende del plato o SI el plato es un paso evolutivo del botijo."

    Una pequeñísima diferencia en la construcción de la frase pero que cambia todo su contexto. Y ello nos lleva a la teoría de la evolución aleatoria (teoría darwiniana) versus teoría de la evolución dirigida (teoría del "Diseño Inteligente").

    Ahora se abre una nueva cuestión: ¿cómo, qué, o quien dirige esa evolución?

    P.D: Por favor, religiones e ideas antropomórficas de dios absténganse de comentarios (jeje).

    ResponderEliminar
  5. No te andas con medias tintas Anandamia. Ahora has puesto el dedo en la llaga. El qué o quién dirige la evolución, en principio no importa, y además no creo que se pueda contestar objetivamente con nuestros conocimientos y medios actuales (investigación subjetivas que cada uno pueda llevar acabo aparte).
    En lo único que podemos indagar es en “el cómo”. Y eso solamente se puede llevar a cabo bajo una observación objetiva y sin prejuicios.
    La “inteligencia” del hombre, modela la materia inanimada. ¿Cómo se modela la materia animada?. La parte fisiológica (bioquímica) está muy bien estudiada. Pero deja muchas lagunas sin explicar (o da explicaciones para salir del paso, como “la casualidad”) Por ejemplo: ¿cómo se decide en qué momento se debe segregar cierto químico para activar una especialización celular?, ó ¿cómo se decide que ciertas células emitan un químico específico para detener un crecimiento? O al revés para iniciarlo ó ¿cómo se activa un determinado gen?, ó ¿cómo un campo electromagnético altera un sistema vivo?... Algo nos invita a pensar que hay un vínculo muy grande entre la “energía electromagnética” y la “bioquímica”

    ResponderEliminar
  6. Bueno, JV, en realidad no esperaba que mi pregunta fuera contestada. Sólo la lancé al aire para calentar motores en busca de una respuesta personal, que cada cual piense en su solución.

    Pero ya que hablamos de la evolución del hombre, según mis conocimientos (que no son muy bastos y a grosso modo) y tomando como punto de partida al Australopithecus (por empezar en algún punto), este fue el primer “homínido” en erguirse y hacerse bípedo. Por lo demás no era más que un mono cualquiera.
    En un escalón evolutivo siguiente aparece el Homo Habilis, que incorpora una nueva función cerebral: se hace consciente de la materia que le rodea y es capaz de modificarla para crear las primeras herramientas.
    Un nuevo paso evolutivo y aparece el Homo Ergaster, que implementa entre sus funciones cerebrales el análisis de la naturaleza, el conocimiento de la dualidad causa-efecto, y las relaciones personales.
    Otro saltito más y tenemos al Homo Erectus que empieza a desarrollar la “emotividad” y se agrupa en familias que se unen, no por la necesidad de grupo, sino por los lazos afectivos entre sus miembros (que pudieron comenzar con el Homo Ergaster).
    Pasamos, en un nuevo salto evolutivo, al Hombre de Neandertal que se hace consciente de su “mundo interior” y es el primero en realizar rituales y enterramientos.
    Por último, el paso evolutivo en el que estamos actualmente, aparece el Homo Sapiens que añade a todas las funciones cerebrales acumuladas por sus antecesores, la del “pensamiento abstracto”.

    De esta observación se desprende que en cada paso evolutivo se incorpora a la mente una nueva función cerebral que ayuda a comprender mejor el Universo en el que nos movemos.

    Ceo que existen unas dimensiones superiores desde donde se operan los cambios que luego se manifiestan en el plano físico, pero nuestro nivel actual no nos permite acceder a su conocimiento, de la misma manera que un Homo Erectus no podría asimilar y explicar, por ejemplo, la teoría del Big Bang. No porque sea tonto, simplemente porque su cerebro no está preparado para ello. Y nuestro cerebro tampoco está preparado para acceder y explicar la cuarta dimensión y sus interrelaciones con la tercera (excepto algunos iniciados, esa punta de lanza de toda sociedad que cuando alcanza la “masa crítica” salta a un nivel superior).

    En el paso evolutivo siguiente, quizá el hombre pueda ingresar e interrelacionarse con la cuarta dimensión de forma natural y pueda explicar cómo y cual es el “proceso inteligente” de la evolución.

    De momento y a día de hoy, sólo podemos razonar y conjeturar. Por eso, cuando me he tenido que definir a mí mismo, lo he hecho siempre como un “agnóstico creyente”.

    ResponderEliminar
  7. Un vídeo muy interesante que he encontrado por ahí: el Homo Futurus.

    http://www.dailymotion.com/video/x77g9o_school

    ResponderEliminar
  8. Realmente interesante Anandamida. Las observaciones de los investigadores, está llevando a teorizar que el impulso evolutivo es interno, apoyando la hipótesis comentada en la entrada del blog. La siguiente pregunta será ¿Cómo los genes que controlan la formación del esfenoides mutan (en la fase embrión) para posibilita un cambio morfológico?

    ResponderEliminar
  9. El vídeo anterior es un extracto-resumen. Por si alguien quiere ver el Divx original:

    http://www.megaupload.com/?d=350EXLKN
    http://www.megaupload.com/?d=4970MS27

    ResponderEliminar
  10. no acabo de ver esa afirmación según la cual el actual equinus “pierde dedos” en su adaptación al medio, eso indicaría que hay una direccionalidad en la evolución en cada especie…, más bien ocurre que un miembro (o varios) de esa especie se adapta perdiendo dedos, pero no otros, que pueden seguir en el planeta no “optando” por esa perdida “digital”, esto es, quien se adapta sobrevive con su adaptación, y los otros sobreviven sin esa adaptación, o mueren…, y lo mismo para las alas u otros rasgos

    las especies que conocemos son el resultado de ese proceso

    la posibilidad del proceso, en efecto, puede asentarse en lo indiferenciado y maleable, pero también en el puro azar, que puede, o no, favorecer tal maleabilidad (hay, por ejemplo, rinocerontes con una enorme variedad de morfología, función e incluso idoneidad de su cuerno nasal)

    no hay “los demás animales”: el sapiens-sapiens con toda su impresionante cerebralización no está mejor adaptado, ni tiene mayores posibilidades de supervivencia que una ameba, un mosquito o una zarigüeya

    pero no sé si he entendido toda tu argumentación…, lo que sí no veo en modo alguno es de dónde se desprende lógicamente tu afirmación de que el mono desciende el hombre…, a no ser que sea una ironía y yo no la haya captado…, y eso que soy irredento fan del club de la comedia

    ResponderEliminar
  11. Eso es lo que digo. No es el actual equinus el que pierde dedos, sino sus ancestros hasta llegar al actual equinus. Y sí, apunta a una direccionalidad “algo evoluciona con intención de evolucionar…” podemos ver el cómo, pero ni la más remota idea de, a qué, ni para qué.
    En efecto la variación solo puede producirse en lo maleable y no diferenciado. Como ya he manifestado varias veces. No creo en absoluto en el azar (aunque sí en los fenómenos no cuantificables).
    Es sapiens-sapiens no está mejor adaptado físicamente, porque efectivamente es la punta que evoluciona en su “maleables entidad cerebral”
    No, no es ironía, aunque me encanta. También me gusta el club de la comedia.

    ResponderEliminar
  12. Crisc , no sé si me he explicado bien. La idea que quiero transmitir es la siguiente:
    Lo que ahora se está manifestando como lo que entendemos por “ser humano”, es la “cosa-información” en evolución (lo llamo “cosa-información” para evitar prejuicios asociados a otras palabras). Que el homo-sapiens-sapiens, los homínidos, el mono,… etc. son a la “cosa-información” en evolución, como el cigoto, mórula, embrión, feto… es, a lo que entendemos como ser humano maduro. Por lo tanto hay una dirección evolutiva (que desconocemos) y los pasos intermedios son estados derivados (y necesarios) para continuar con el proceso. Claramente todo esto, con una creencia en la evolución ciega (casual y azarosa) no es comprensible. Solamente es “aceptable” con una creencia en el “diseño inteligente”

    ResponderEliminar