domingo, 21 de febrero de 2010

Dualidad ¿Percepción ó “realidad”?

Aparentemente, vivimos en un mundo dual, es decir, todas las cosas se nos manifiestan en dos polaridades: Día-noche, feo-bello, masculino-femenino, frío-calor, Norte-Sur, positivo-negativo, etc.… Observando con detenimiento estos conceptos, que definen percepciones de estados físicos, así como las propias percepciones, enseguida podemos hacernos conscientes, de que son “polaridades” inseparables. Es decir, la existencia del uno conlleva la existencia del otro. Si desapareciera uno, automáticamente desaparece el otro. Por lo tanto, aunque aparentan ser opuestos y complementarios, “realmente” parece ser los extremos opuestos de un “continuo” de la misma “cosa”.

Este concepto de dualidad está muy bien representado en el antiguo símbolo taoista (Taijitu) del Yin-Yang. Si lo observamos con detenimiento, veremos que es un círculo, dividido por una línea curva, en dos partes opuestas. Una parte es oscura con un círculo claro y la otra es clara, con un círculo oscuro.

Este símbolo, representa la percepción de nuestro universo como algo dual. En el que siempre hay parte de un lado en el otro (esos círculos opuestos al fondo). La transición de un aspecto al contrario, es a través de una línea curva. La curva sinuosa representa movimiento. Pienso, que si se hubiera querido representar una separación rígida, se habría empleado una línea divisoria recta. Es un símbolo que trasmite movimiento. Un equilibrio dinámico. Pero, todo esto, está dentro de un círculo. La Unidad. Por lo tanto, el símbolo en sí es “Trino”: Tiene una unidad, que es el propio círculo y los dos aspectos de sus opuestos lados. Tres en uno. Curioso ¿no?

¡Hablando de curioso! Nuestro cerebro también es uno y lo conforman dos hemisferios: Uno lógico y analítico y el otro creativo e imaginativo. Cada hemisferio, permite el control de las partes opuestas del cuerpo físico. Pero se interconectan uniéndose a través del llamado cuerpo calloso. Facilitando el equilibrio y “creando” la unidad perceptiva. Ambos aspectos, son necesarios para evolucionar. Según que parte predomine (la analítica o la creativa), así percibiremos el “mundo”. Lo ideal en este mundo, es buscar el equilibrio entre ambas partes. Buscar ese equilibrio dinámico, que permite la salud física y mental. ¿Salud? De eso hablaremos en otro momento.

Curiosa sincronía:
Tenía escrita esta entrada desde el pasado martes, para actualizar el blog este domingo 21. El Sábado 20, leo un e-mail que envía un amigo, sugiriendo el visionado del video:
http://ajmmekajros.com/anamnesis/2009/08/un-derrame-de-iluminacion-jill-bolte-en-ted-2008/ subtitulado (en “youtube” está doblado en sudamericano). Me llamó mucho la atención tanto el video como la “coincidencia”.

Addendum: El visionado del video de la Neuroanatomista Dra. Jill Bote Tylor. Me sugiere añadir:
Nuestra sociedad actual, en términos generales, está desquilibrada por un exceso de aspecto cerebro-izquierdo. Por lo tanto para buscar el equilibrio comentado anteriormente, se puede potenciar el aspecto cerebro-derecho. ¿Como hacerlo? En primer lugar, se me ocurre la meditación. Que es la “desconexión” intencionada del aspecto cerebro-izquierdo. También realizar actividades creativas: Música, pintura, escultura…y por último, para los diestros, ejercitar nuestro lazo izquierdo físico (los zurdos, suelen ser ambidiestros para muchas actividades).

3 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo. Fíajate hasta que punto la dualidad es necesaria y complementaria que se manifiesta también en la propia vida y la naturaleza: masculino-femenino, macho-hembra, positivo-negativo, seco-húmedo, en fin, materia-espíritu.

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  2. Las dualidades tienen en nuestra cultura, quizás en toda la Humanidad, mucho predicamento. También las tríadas: la trinidad cristiana, Hegel, las tres en raya… En realidad, entre uno y otro polo hay toda una gama de matices. Lo del continuo que dices.

    Es verdad que la curva es dinámica, pero es un dinamismo sereno, dialéctico, fluyente y, por eso, sin dimensiones rígidas, indefinido o infinito. Quizás el tercero “en discordia” relativa, aparente, sea el perceptor: el sujeto que levanta acta, descubre o crea.

    El equilibrio supone polaridad dual, pero si se le suma a esa dualidad, de nuevo obtenenemos tres. El cerebro es dos, tres y una montoná de cosas más, todas de mucho entretener a los investigadores.

    Veré el video, mecreodequé, si hallo tiempo. Meditaré entretanto.

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  3. Efectivamente Anandamida, la dualidad la percibimos por doquier.

    Unidad, dualidad, trinidad,… números y relaciones lógicas: Las Matemáticas. ¡Vaya herramienta más buena que tenemos! Con ella, podemos representar simbólicamente el Universo, lo cual, ayuda a su entendimiento.

    Una buena elección CrisCrac. Dedicar un poco de tiempo a la meditación es “sano” y con ello nada se pierde. Te lo aseguro. Justo al contrario. Así, junto a tu parte poética, favorecerás el desarrollo de tu aspecto cerebro-derecho.

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