domingo, 7 de febrero de 2010

¿Crisis económica o crisis de paradigma?

La palabra – crisis - significa - cambio - . Como todos los “economistas” conocen, las economías actuales tiene un comportamiento cíclico: A un periodo de expansión y crecimiento (en el que se suele disparar el consumo y por tanto la inflación), le sucede un periodo de “depresión, estancamiento o recesión” (se frena el consumo y crece el paro). Cuando estamos en esa segunda parte, es cuando los “economistas”, hablan de “crisis”.

¿Qué está pasando en esta crisis económica mundial actual? Obviamente, la “globalización” de la economía, hace que todos los países están interconectados económicamente. Y todos conocemos (más o menos por lo que han contado los medios) como causa origen de esta crisis: los activos financieros basura en el mundo y agravado en España, por la especulación y crecimiento sin control de la construcción.
Pienso que esto han sido simplemente los efectos de una causa más profunda: “El egoísmo exacerbado manifiesto en el sistema (cuya base es la competencia)”.

El sistema competitivo es bueno y natural, cuando un “organismo” está en una fase de crecimiento. Pero claramente, se convierte en dañino y antinatural, cuando el “organismo” está alcanzando el tamaño adecuado y debe buscar el equilibrio dinámico estable.

Nuestro sistema económico, tiene que evolucionar a “economizar y distribuir” recursos, procurando el bienestar y crecimiento intelectual-moral-libre de TODO ser humano, lo cual llevaría al equilibro de crecimiento de forma natural. Sin embargo, sigue teniendo como objetivo, el “beneficio material” a corto plazo de unos pocos, a cambio de la destrucción (física o mental) del resto (¿tumor canceroso?). La mayoría de seres humanos, que deberíamos ser el fin de la economía, somos utilizados simplemente como medios: “herramientas de trabajo y/o consumidores pasivos”.

Igual que en un ser vivo, cuando una célula, como si no hubiera límites, no deja de crecer multiplicándose e invadiéndolo todo. Eliminado a todas las demás, hablamos de un “cáncer”. Cuando un “organismo” social, en el que “algunas células (hombres-instituciones (nombre tras el cual suelen haber hombres sirviendo a sus propios intereses)” quieren toda la “energía” (entiéndase dinero, recursos y poder) para ellos a costa del resto. También debemos hablar de un “cáncer”. En ambos supuestos, se termina con la “descomposición del organismo” por completo.

Todos los individuos-instituciones pertenecientes al “tumor canceroso”, quieren por todos los medios que continúe esa situación. Cegados por el egoísmo, nunca se plantean, que de ese modo, más tarde o más temprano, se llega a la descomposición total (aunque piensen que pueden haber eliminaciones parciales). Por lo tanto sus mensajes se basan- en tres mentiras, que si alguna vez fueron verdades, actualmente no tienen porque serlo:
- Que hay que estar creciendo siempre y por lo tanto es necesario consumir (medidas basadas en el PIB. No importa para nada el ser humano).
- Que el único sistema viable y que funciona es el “libre mercado” y la empresa privada (eso sí, como hemos visto, siempre que las ganancias sean privatizadas y las pérdidas socializadas).
- Que la Tierra no tiene recursos para todos (como dijo Gandhi: La Tierra tiene recursos para todos, pero no los suficientes para la codicia de unos pocos)

A mi modo de ver, estamos ante la posibilidad de un cambio de paradigma: Cambio de competición por cooperación (distribución de la riqueza) y crecimiento por equilibrio dinámico. De lo contrario, ya sabemos hasta donde nos ha llevado el sistema actual y cual es el destino de continuarlo: guerra, sufrimiento gratuito y destrucción.
Eso sí, si queremos que el paradigma cambie, debemos de cambiar cada uno de nosotros y desde la libertad, pasar del comportamiento egoísta exacerbado al compartimiento de cooperación (compartir y distribuir trabajo y riqueza).
PD. Montaje hecho por nuestra colaboradora con fotos obtenidas de la web. Una de ellas de:
donde hay un interesante artículo de economía. La otra imagen es de atencionaplicada.blogspot.com/

5 comentarios:

  1. A més, és que el creixement continuat i sense miraments està dins de la lògica mateixa d'aquest sistema econòmic. Sembla que no es vullga veure que els recursos tenen un límit, que el planeta no és inesgotable i que el creixement i la generació de riquesa no ho justifica tot. Si aquesta riquesa no es reparteix és com si no es generara. Necessitem un creixement sostenible i solidari, aquest és el canvi de paradigma necessari.

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  2. Efectivamente Enric, es de ¡lógica aplastante!: “En un sistema cerrado y limitado, es imposible un crecimiento continuo”. Precisamente, es en el crecimiento continuo en lo que se basa nuestra economía (ese cansino mensaje de: para generar empleo debemos crecer). Como bien dices, el cambio es ese: Crecimiento sostenible (en el sentido de equilibrio dinámico) y solidario. Pero no nos equivoquemos, ese cambio nunca será propiciado de arriba a bajo y eso independientemente de los políticos, o mejor dicho, de las personas concretas que estan en el poder. Porque cuando se entra en la “burbuja del poder”, la “realidad” se ve distorsionada. Cambiarían todo, para que nada cambie. Ese "verdadero" cambio, solamente es posible desde la base, es decir, entendiendo que hemos de cambiar nuestra forma de ver la vida, con lo cual cambiaremos nuestra forma de actuar y con el tiempo, podría forzarse, paradójicamente sin esfuerzo alguno, ese cambio de paradigma comentado.

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  3. Más que ciencia, la economía parece un arte; y, a veces, de “birlibirloque”. Esta crisis ha mostrado cuánto de psicología, indeterminación y subjetividad hay en el tema. A veces creo que los ecónomos que dirigen el mundo son unos incompetentes o unos corruptos, a ambas cosas.

    La teoría marxista no contempló debidamente esta psicología que atraviesa la economía y simplificó las causas; así, cuanto sucede en las sociedades tenía su suelo fértil en la organización material de la vida. No supo ver, deudora como era del positivismo de la segunda mitad del XIX, que la naturaleza humana, con sus miserias y grandezas, no era un factor cuantificable y ni siquiera “ideologizable”, pero ahí está. Ahí, el egoísmo que dices. Aunque no le quito razón en el hecho de que hay estructuras sociales que lo alientan más que otras: el neoliberalismo, por ejemplo.

    La continuidad del capitalismo del XIX no fue -como sospechó el marxismo- el imperialismo, o sólo él, sino más bien la sociedad de consumo, a quien nos hemos vendido por un miserable plato de lentejas (lo acabo de escribir recientemente). Aunque, bien mirado, quizás la globalización tenga algo de ese imperialismo. Son esas mentiras que citas.

    Dada mi sombría concepción antropológica, no obstante, no me atrevo a plantear alternativa. Y menos aún sobre el paradigma que propones. El marxista que fui te diría que el cambio individual sólo puede venir inducido por un cambio social que lo propicie, el desertor que soy ahora prefiere hacer mutis por el foro no sin antes alegrarse de tu vuelta al ciberespacio.

    Salud.

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  4. Tienes toda la razón CrisCrac, la economía actual es el arte de birlibirloque. Hacen predicciones que no se cumplen, justificando con ellas medidas en base a “intereses ¿del capital?” Y a balón pasado, justifican (sentando cátedra) lo ocurrido, que normalmente no suele tener nada que ver con lo predicho. Estamos ante ¡El Dios dinero de nuestra época!, cuyos templos son los bancos. Los sacerdotes: economistas y políticos. Cuyas palabras son incomprensibles para la mayoría y por lo tanto “dogma de Fe”.

    Respecto al cambio, aquí discrepo contigo. Parece lógico que: Si la sociedad está formada por los individuos, para que haya un cambio social (en libertad) deben de cambiar los individuos. Si los individuos no cambian, es improbable que la sociedad cambie. Yo confío un poco más que tú en el ser humano. Aunque sé, que la mayoría siguen(seguimos) las leyes físicas del mínimo esfuerzo y que los cambios son difíciles, y muchas veces tendrán que ser forzados de forma natural (cambio climático, enfermedades por contaminación, tensiones sociales, etc…), espero, que poco a poco, cambiemos nuestro nivel de conciencia como individuos.. Eso espero. Chico, como dice el refrán: Mientras hay vida, hay esperanza.
    Salud.

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  5. Ok, socio, pero que no sea la Aguirre..., juas, juas, juas.

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