domingo, 27 de diciembre de 2009

Estación: ¿temporal?

Después de más de una año con una entrada semanal, y en el que han pasado muchas cosas. Tenemos que aceptar la situación. La mitad del equipo abandonó (intermitentemente primero y definitivamente después). Cuestión de prioridades, es decir, lo que yo suelo llamar: pérdida de interés. La mitad de nuestros “comentators” también lo han hecho, cada uno por sus razones. En pocos, un par de abandonos se notan una barbaridad.

Quiero agradecer a todo el “equipo/comentators” sus aportaciones. Estas han sido realmente interesantes para mí. De todas, y de cada una estas ideas vertidas, se puede aprender mucho. Estas aportaciones, han sido el acicate para preparar nuevas entradas semanalmente.

Aprovecho la ocasión, para pedir humildemente disculpas, a todos aquellos que se hayan sentido ofendidos por mis palabras, en el fragor de las batallas dialécticas. Lo siento de verdad, pero no se hacerlo de otra forma, que la que me “surge” espontáneamente (solamente puedo argüir como atenuante que: “soy de ciencias”). Nunca ha sido (y espero que nunca sea) mi intención, ofender a las personas, por mucho que no comparta sus ideas, y critique las mismas, o las formas de expresarlas.

Y volviendo al tema. Todo parece indicar, en términos generales, que han disminuido las pocas ganas que quedan para “jugar a buscar la verdad”. Quizás sea mi culpa, las entradas sean complicadas, aburridas, o simplemente no despiertan interés. No lo sé. He intentando hacerlas lo más sencillas y amenas (dentro de lo que cabe) posible.
Como hemos dicho al principio, hay que aceptarlo. Esto invita coincidiendo con el fin de año, a una parada para reflexionar si continuo en solitario, cambio el planteamiento o finalizo. Así que, imitando lo que dijo mi amigo CrisCrac en su día: esto puede ser un ¡hasta ahora! o un ¡adiós! El tiempo (eso que no existe como algo externo) lo dirá.

¡Feliz año 2010 y Paz en la mente para todos!

6 comentarios:

  1. Pues, aunque yo entro habitualmente a ver tu blog a través del de Crisc, si que es verdad que no hago ninguna entrada. Me resulta muy complicado y además cualquier cosa que te comentara te parecería una tontería (¡Y mira que digo!
    Pero es tu blog, es lo que a tí te apetece comentar, para ello tenemos blogs. El mio está lleno en su mayoría de entradas de adolescentes (es lo que tiene abrir un blog estudiantil de música) y algún amigo que se cuela por ahí, pero entiendo que nadie de mi círculo acceda a él; demasiado enfocado hacia ellos.
    Bien, pues eso, te animo a que sigas en esta línea o en otra y a ver que surge este nuevo año, puede que te sorprendas, jejeje.
    Aprovecho para felicitarte a tí y a todos los demás las fiestas y desearos un FELIZ 2010.

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  2. Gracias coletas por tu comentario. Respecto a lo de las tonterías, ningún comentario me puede parecer una tontería. Estaré más o menos de acuerdo con ellos, pero siempre hay que tener presente (por lo menos yo lo tengo), que cualquier idea o pensamiento que se manifieste, por simple o tonto que pueda parecer, puede ser en sí mismo una idea “genial”, o el “enganche” con otra idea genial. Así que, por favor, cuando tengas una idea que te apetezca compartir, no la reprimas por temor el juicio que puedan hacer de ella. ¿Por qué crees que las empresas utilizan técnicas de “brainstorming”?

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  3. I

    Esto de los blogs es así. Triste. Quienes escribimos en ellos suponemos que interesan, pero esto no es seguro. Nunca. De quienes no comentan, nada podemos saber; es casi como si no existieran, aunque algunos dicen que nos leen y nos animan a seguir. A mí no me sirve de mucho, pero lo agradezco. Menos es nada.

    Los verdaderos compañeros de viaje son nuestros “comentaristas”, y aun así no sabremos nunca si lo hacen por amistad o porque les interesa de verdad. Todo blogger (o bloguero, o como se diga) ha dado la dirección de su blog a muchas personas, a muchas, pero son muy pocas las que entran y escriben. Y casi todos las que la olvidan. ¿Por qué? Difícil saberlo. Estamos obligados a reflexionar al respecto, pero la paradoja es que no tenemos demasiados datos si quienes dicen leernos no comentan. Así que no tenemos otra que reflexionar casi en el vacío.

    Te diré que desde el inicio de mi blog nunca he dejado de sospechar que pudiera ser el vehículo de mi narcisismo. Nunca dejo de sospecharlo. Y siempre tengo a tiro esa pulsión que combato con todas mis fuerzas.

    Pero voy a dejarme de abstracciones, porque creo que lo que necesitas ahora son cosas concretas. Ya sabes la razón fundamental por la que dejé de participar en tu blog. No es cosa de decirlo aquí, y queda para nosotros, pero te diré algo que quizás pueda servirte como dato, aunque éste sólo sea mi opinión puramente personal y, por lo tanto, falible: tus artículos no pueden ser aburridos, esto es evidente, pero sí pueden parecer –por ejemplo, a mí- demasiado monográficos.

    El problema de tener un blog que versa sobre un tema específico, por muy relevante que éste sea e incluso esencial para la naturaleza humana, es que si a alguien no le interesa el tema, pues no participará. Es como si alguien hiciese un blog sobre dadaísmo, o sobre agricultura ecológica, o sobre la física de partículas…, sólo entrarían quienes gustan de esos temas. La mayoría de los blogs, por otra parte, son así: monotemáticos. De hecho, a mí me han preguntado algunas veces: “¿de qué va tu blog?”. Joder, suelo pensar que no decir, va de la vida. De la vida, capullo.

    Pero cuidado, amigo mío, no vayamos a ser demasiado autopunitivos e ir de buenos samaritanos. La mayoría del personal va a otras cosas: “que no tienen tiempo”, dicen, pero sí lo tienen para atocinarse en la tele todos los días, nutriendo así un espíritu pixelado por el zaping que se ha adueñado de nuestras vidas, tienen tiempo para sus lecturas, una cada tres meses, de baratos best-sellers, a su rollo de pura supervivencia neandertal. No le faltaba razón a Nietzsche cuando decía que necesitaba lectores elevados, esto es, digo yo, lectores sensibles. Sin más.

    Te lo digo de corazón, continúa. No podremos escribir de otra cosa más que de lo que vertebra nuestro ser, no podrás, pero inevitablemente hemos de establecer una alianza dialéctica entre lo que somos esencialmente y aquello que hemos de suponer y adivinar que nuestros amigos lectores prefieren. Eso se lo debemos.

    (…continúa)

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  4. II

    En momentos muy dolorosos de mi vida he encontrado que no han estado a la altura de lo que esperaba (no mucho: una llamada, un email, un café) quienes se decían mis amigos. Yo estaba roto de dolor y soledad, y ellos estaban…, a eso, a sus cositas de pitecantropus, a la logística de sus tripas. Qué pena. ¿Por qué iban a participar en mi blog, algo insustancial, si ni siquiera se planteaban ayudar a cicatrizar mis costurones de sangre?

    El ser humano es algo tan estúpido y bajuno que da miedo sólo pensarlo.

    Hoy he estado leyendo un texto que me encanta: “Tristeza sobre el río Cam”, un artículo de 1995 en El País, de Antonio Pérez Ramos, filósofo de Cambridge. Dice que “la impostura es la que mueve el cangilón del mundo”, y que hay que “huir de la vulgaridad como de la misma peste”, y que hay hombres a los que no hay que intentar convencerlos de nada, nunca, porque “tu esfuerzo será inútil”, y que nuestros semejantes son burdos espectadores de “todos los mercaderes de la escena y todos los trasegadores de naderías”, y que en esto no hay brizna de orgullo pero que hay que “cuidar el don de la indignación porque sin él no hay vida moral que merezca ese nombre”, y que “el hombre vulgar ya ha desposado cuanto de inicuo hay en el mundo”. Y que no hay que desfallecer.

    No hay que desfallecer. Es una concepción del saber y del hombre elevada, elitista. Pues sí. Y qué. El vulgo me la bufa. Canallas.

    No tienes dominio alguno sobre la profunda vulgaridad que impregna nuestro tiempo, sobre eso no podrás hacer nada. Te cabe, sin embargo, reflexionar sobre lo que tal vez, y sólo tal vez, puede captar el interés de otros. Si lo merecemos.

    Como lector de tu blog, y sólo como tal, a mí me gustaría que no fuese tan monográfico. Es sólo mi subjetividad.

    No me disculparé por el tono, mi visión de la naturaleza humana es sombría. Eso no quita para que sea capaz de autocrítica. Si te he hablado en este comentario sobre todo de mí es porque es de lo que sé, pero si lo he hecho es porque creo que quizás te ayude mi perspectiva.

    A ver ese café pendiente y unas charradas.

    Feliz Año.

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  5. Muchas gracias por tu elaborado comentario socio. Lo tendré en cuenta.
    Nos ponemos en contacto para ese café pendiente.

    Feliz Año.

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  6. Adendum a la discusión de la evolución:

    Este fin de año, ví el documental: “la clave del misterio de la vida”. Hay varias fuentes del mismo en Internet. Sugiero su visionado completo si prejuicios iniciales. Especialmente a los creyentes al 100% en el Darwinismo.

    “La clave del misterio de la vida”
    En 1993, el Profesor Phillip E. Jonson de la universidad de California en Berkley, invitó a un grupo de científicos y filósofos a una pequeña población playera de la costa central de California. Procedían de importantes centros académicos, incluyendo Cambridge, Munich y la universidad de Chicago para cuestionar una teoría que había dominado la ciencia durante 150 años, la teoría de la Evolución de Darwin.

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