domingo, 12 de julio de 2009

En Paz con Dios.



3. Nivel de Paz, calma y reflexión.

Seguimos evolucionando a través de los niveles de percepción de Dios (esperamos que nuestro amigo Víctor nos ilustre con el comentario elaborado sobre la evolución, aunque estemos en “summertime”).

En los dos niveles anteriores, la proyección de Dios en la Naturaleza ha sido de todo, menos pacífica. Primero, dando cuenta o librándonos si cabe, de todos los “problemas de la Naturaleza” aunque para ello se hayan tenido que realizar algunos sacrificios (para aplacarlo o para inducirlo “chantajearlo” a nuestro favor). Después en la segunda etapa también “colabora” en las guerras contra nuestros “enemigos” (casi todas ellas, las empiece quien las empiece, comenzadas en su nombre y con su ayuda). ¿Qué pasa después? algunos seres humanos vuelven a dar otro paso evolutivo. Las poderosas fuerzas del “Miedo y sumisión”, comienzan a no hacer mella en ellos y aparece una nueva “sensación”, la de que podemos satisfacer nuestras propias necesidades, de que no hay necesidad de un “Dios en lo alto” que nos diga qué debemos y qué no debemos hacer. Nuestro “córtex” dará cuenta de todo. Comienza la reflexión:

Dos alternativas parecen presentarse: Volver a centrar la atención completamente en el mundo exterior, intentando “controlar” el entorno, para adaptarlo a nuestros intereses particulares, haciéndonos perfeccionistas y sufriendo las consecuencias del intento (solamente hay que echar un vistazo a nuestra sociedad actual desquiciada) o echar un vistazo al interior.

Cuando un ser humano ya no centra su atención en el mundo exterior, puede cerrar los ojos y relajarse, pasar a ese estado especial donde no se piensa, pero tampoco se duerme. Es un estado de “atención especial” acompañado por unos cambios físicos: baja la presión arterial, disminuye el ritmo cardiaco, baja el nivel de consumo de oxígeno, en resumen se ralentiza el metabolismo en general y aparece lo que muchos llaman el ‘estado alfa’. Estamos describiendo lo que todas las tradiciones, llaman el estado de contemplación o de meditación. Solo al descubrir que la “Paz” está dentro de uno mismo, es cuando el ser humano encuentra un “lugar” donde puede alcanzar el estar en “comunión con su Ser, el Ser (¿Dios?)”. Y esto no implica el desatender el mundo externo, sino, simplemente ponerlo en su sitio.

Pero como dice el Dr. Chopra (y hacemos nuestra también la frase): “El Dios de paz no se encuentra buceando en el interior, porque es él mismo (el Ser) el que emerge de dentro cuando llega la hora”. Eso sí, nosotros somos los responsables de en “libertad” dar el paso hacia el interior en su búsqueda.

Otro salto evolutivo en la percepción de Dios. En este nivel, está en el interior. Aparentemente es como si “Dios” se manifiesta más bien como un proceso que se crea conforme se cree.

Otra frase del Dr. Chopra para reflexionar:

El cerebro esta estructurado para encontrar a Dios, hasta que no lo encuentres, no sabrás quien eres. Sin embargo esto es una trampa, porque el cerebro no nos conduce automáticamente al “espíritu”.

2 comentarios:

  1. “Caminante no hay camino se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar.”
    Al leer el post de esta semana me ha venido a la memoria este verso de Antonio Machado, ampliamente conocido por todos. Llevamos varias semanas desarrollando una idea que a todos nos ha resultado bastante confusa y que ha dado lugar a cierta tensión en el ambiente: la idea de Dios. Pero al volver la vista atrás nos damos cuenta de cómo hemos evolucionado en su comprensión. Al principio, y para algunos, Dios era un ser antropomorfo, caprichoso y vengativo, que estaba fuera de nosotros atento y vigilante de nuestras acciones, una idea común a todas las religiones de “libro”. Nos ha costado mucho cambiar esa concepción de Dios y estoy seguro que éramos entendidos por los que nos replicaban, pero en la discusión está la salsa del aprendizaje. A favor de ellos quiero decir que cuando intentas explicar una idea es cuando mejor la comprendes, y a ello me han ayudado mucho las controversias con los otros integrantes de este selecto y entrañable grupo. Gracias por estar ahí y obligarme a exprimirme las neuronas hasta el límite de mis posibilidades.
    Hemos desarrollado por razonamiento y discusión una idea de Dios más moderna, más acorde con nuestros tiempos, una idea donde Dios no está fuera sino dentro de nosotros y que no nos va a pedir cuenta de nuestras acciones, sólo va a estar esperando a que dejemos que se manifieste a través de nosotros, no importa cuanto tarde, la eternidad nos espera ¿No es precioso? Así, para comprender a Dios no hay que mirar fuera sino dentro, porque “Yo soy Dios” de la misma forma que como ya dijimos una gota de agua no es el océano pero es océano, y para comprender la esencia del océano no es necesario estudiar al océano completo, sino que basta con analizar una de sus gotas.
    A medida que aumenta nuestra conciencia, aumenta nuestra comprensión de Dios, y a medida que aumenta nuestra comprensión de Dios este se manifiesta todavía más. Una idea comparable a lo que en su día dijo Carl Sagan: “A través de nuestros pensamientos el universo se hace consciente de sí mismo”.

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  2. Efectivamente Anandamida, en toda discusión hay un intercambio de información que enriquece a todos (siempre que la discusión no sea enconamiento).

    Nosotros también tenemos que daros las gracias a todos vosotros “comenteitors”, porque gracias a vosotros el “blog” está vivo, sino, se convertiría en un monólogo aburrido con un solo punto de vista.

    Respecto a como va cambiando nuestra percepción (de Dios o de cualquier cosa en general) conforme aumenta nuestra conciencia:

    Suponemos que habéis releído alguna vez algún libro de ensayo que a lo mejor habíais subrayado. Al releerlo ¿no encontrasteis cosas nuevas muy interesantes, y algunas de las que habíais subrayado os preguntasteis porque subrayé esto? El libro era el mismo, el que ha evolucionado y aumentado su nivel de conciencia has sido tú, con tus nuevas amplitudes de mira (aumento de conciencia) adviertes cosas que antes pasaban desapercibidas y desechas cosas que antes considerabas importantes, es decir, va cambiando tu forma de ver las cosas. Cuando nada cambia, puede ser dos cosas: Que ya estás en posesión de la verdad (algo muy poco probable) o que has decidido dejar de evolucionar y te has quedado “petrificado”, estancado o acomodado.

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