
Actualmente el pensamiento dominante es el de una “concepción mecanicista del mundo”. Desde esta perspectiva, el hombre, para poder “entender” el complejo mundo natural que le rodea, se ve obligado a “descomponerlo” en partes lo suficientemente pequeñas, como para poder ser entendidos por su “cerebro” analítico. 

El ser humano en base a esos análisis de detalle, empieza a “teorizar”, es decir, predecir con su pensamiento, cual es el “mecanismo” de funcionamiento de las cosas. Así, desarrolla la tecnología mecánica y física actual.

Como este “concepto mecanicista de mundo” ha funcionado muy bien, en lo que se refiere a la física en general y especialmente en la mecánica estática y dinámica, se ha extrapolado directamente al estudio de la naturaleza de la vida, es decir, a la biología. Se ha intentado mecanizar (explicar con “modelos mecánicos”) el funcionamiento de las células. Basándose en algunas “macro-observaciones”, se han postulados teorías de “micro-funcionamiento”, con modelos muy simplificados, pero entendibles mediante una lógica mecanicista. Así se estableció el “dogma central de la biología” (se le denomina así) en 1970 por F. Crick:
Replicación del ADN -> transcripción ARN -> Traducción en PROTEINA
Más tarde debido a nuevas investigaciones, se descubrió que hay virus que llevan su información genética en forma de ARN, y que esta, se podía insertar en el ADN del huésped. El dogma central se modificó por:
Replicación del ADN <-> transcripción (directa e inversa) ARN -> Traducción en PROTEINA
Esta forma simplificada de entender la biología ha calado en el pensamiento de la población en general. Esta, ha supuesto que los genes son secuencias de ADN identificables, aislables, manipulables con conocimiento, que se pueden cortar “con unas tijeras” en miniatura y se insertan en otros ADNs, etc. Nada más lejos de la realidad. Podemos leer en:
Nature 441, 398-401 (25 May 2006)
The idea of genes as beads on a DNA string is fast fading. Protein-coding sequences
have no clear beginning or end and RNA is a key part of the information package,
reports Helen Pearson.
(La idea de que los “genes” son cuentas en la cadena de ADN está rápidamente atenuándose. La secuencias de codificación de proteína, no tienen un principio o un final claro, y el ARN es una parte clave del paquete de información.)
En el mismo número:
The more expert scientists become in molecular genetics, the less easy it is o be sure about what, if anything a gen actually is
(Conforme los científicos en genética molecular se hacen más expertos, menos fácil es asegurar lo que es un

El Dr. en biología B. H. Lipton en su libro “la biología de la creencia” describe como, basándose en sus investigaciones, estas muestran que no son los “supuestos genes” quienes controlan la biología, sino que es “el entorno” el que activa, desactiva y modifican dichos “genes”. Además concluye, en que ese “entorno” es “controlado” por la “energía” que trasciende la propia materia molecular (afirma que sus investigaciones le han llevado a cambiar su postura materialista por la de espiritualista, en el sentido que las evidencias encontradas postulan el “espíritu”)
La extrapolación directa de las leyes naturales de la física y de la materia inorgánica al entendimiento de la “vida”, es el error simplificador “mecanicista”, que las evidencias de las recientes investigaciones científicas están demostrando. Lo lógico es pensar que además de estas leyes, existen otras que hoy por hoy la ciencia desconoce.
Los verdaderos científicos saben y aceptan, que cada misterio que desentrañan abren mil nuevos interrogantes y son conscientes de su ignorancia. Los “pseudocientíficos”, son aquellos que creen que todo está claro y comprendido, y piensan que solamente quedan algunos “flecos” que atar. Estos últimos son prisioneros de las simplificaciones.
Imagentes tal y como aparecen en al web.