domingo, 28 de marzo de 2010

Infinito. ¿Qué es eso?



Mi primer encuentro con el infinito, fue de muy niño. Cuando me dijeron que Dios estaba en todas partes y lo “veía” todo, porque era “infinito”. Esto, lo hacían con la intención de que me portara bien. ¡Y funcionaba! No cabía en mi cabeza, pero me daba miedo el sentirme vigilado. ¿Podía estar en todos lo sitios? ¿Era tan grande? Era infinito.

También de niño tuve, la primera experiencia de inmensidad infinita. Fue mirando una noche de verano el cielo estrellado (en aquella época no había prácticamente nada de contaminación luminosa) y pensaba: “es inmenso… (¿Infinito?)” Y me hice la pregunta ¿porqué está todo eso ahí? ¿Y si no hubiera nada? ¿Cómo sería todo sin nada?(o mejor dicho “con nada”). Solo yo. Recuerdo la sensación de vértigo.


El tercer encuentro con el infinito fue en el instituto. En clase de matemáticas. Me encontré con ese ocho tumbado “∞” con el que se representa el infinito. Funciones que para valores crecientes de la variable independiente, tienden a ∞. Sucesiones de números “infinitamente” grandes. El concepto de “infinitamente pequeño” (infinitesimal). Límites. Ahí está ese ∞. Nos decían que: infinito es tan grande (o tan pequeño), que cualquier número que pienses, por grande (o pequeño) que lo pienses, está tan lejos del infinito como el uno. Ese concepto de infinito, se “cosifica” y se utiliza, se opera con él (aunque no tiene todas las operaciones definidas) y se le considera casi como “un número” más.

Pero ese “∞” no es un número más, ni por asomo. Aunque In-finito significa sin fin. Es un concepto, que se le asigna a algo con lo que tropezamos en nuestro análisis matemático y/o geométrico de la naturaleza. ¿Cómo es posible que haya infinitos puntos en 1 cm? En general ¿Cómo es posible que exista infinito, lo que sea, en espacios finitos? La única solución lógica aparente, es que cuando nos encontramos con un “infinito”, paradójicamente nos está indicando que existen “cosas” finitas, pero ilimitadas y circunscritas a ellas mismas. Y a la vez, esas “cosas” están separadas entre sí, desde un punto de vista “físico-material”. Pero existe un nexo de unión entre ellas. Es “eso” con los que nos encontramos en las descripciones matemáticas de lo físico. Ese desconcertante concepto de: “∞”.





¿No será, que el ∞ nos aparece cuando no es posible continuar con los supuestos matemáticos utilizados, es decir, estos supuestos no se ajustan a la realidad?





Figuras tal como aparece en:
La última es un fractal de internet. No recuerdo de donde la saqué.

domingo, 14 de marzo de 2010

Signos de identidad

El otro día viendo en la TV un comercial sobre un coche (suelen ser muy impactantes los comerciales de los vehículos). Casi al final del mismo. Comenzó a pasar a toda velocidad por la parte inferior de la pantalla, un mensaje. Digo yo, que era un mensaje, porque era prácticamente imposible de leer. Esto me planteó la siguiente pregunta: ¿Qué se pretende con el paso de esa información ilegible?

La respuesta es clara. No intenta informar, sino simular que informa. Es la “forma” electrónica de la “letra pequeña” de los contratos de toda la vida (un anuncio publicitario es legalmente un contrato). Detrás de este comportamiento hay un par, de los múltiples signos de identidad de nuestra sociedad: El engaño y la hipocresía.

El engaño: Porque en “casi” todos los ámbitos, se nos muestran unas imágenes con unos datos (bien claros y legibles), para que nos quedemos, con la “información” que se pretende (la imagen mostrada). La cual, no se adapta casi nunca (por no decir nunca) a la “completa realidad” que nos pretenden vender. Verdad a medias, mentira completa.

Hipocresía: Porque siempre se está fingiendo y transmitiendo cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen.

Todos sabemos (o sabremos algún día) en nuestro interior, cuales son las “actitudes correctas” (1). Cuando una mayoría las exteriorizan, se mueve la sociedad (y por lo tanto sus gobernantes) forzando esa creación de “leyes”, para poner un marco legislativo externo, que facilite nuestra convivencia.

Todas esas “leyes” (una vez internas) que se exteriorizan, si están creadas desde esa “actitud interna correcta”, lo están hechas con una intención concreta, lo que normalmente recibe el nombre de: Espíritu de la ley. Sin embargo, cuando estas “leyes” no se adaptan a los intereses egoístas personales, se “bordean” y se buscan “vacíos legales” para actuar impunemente. Esto ha motivado y motiva un aumento de legislación y complicación del sistema. Por eso nos vemos con las letras pequeñas, las medias verdades, los avasallamientos comerciales, políticos, etc., intentando hacernos creer, que la razón de todo eso, es nuestro bien. Cuando lo único que mueve todo, es lo de siempre: Dinero y poder.

Esta actitud tan actual y vigente, si en verdad no nos gusta, la podemos cambiar. Bastaría conque hiciéramos más caso a esos profundos y cálidos impulsos de actitud empática y colaboradora (que suele aparecer de forma generalizada en las catástrofes). En lugar de dejarnos llevar por la otra polaridad. Los fríos impulsos calculadores, competitivos y egoístas. Con ese cambio de actitud generalizado, no necesitaríamos una legislación tan complicada y con tanta pantomima hipócrita.

(1) Entiendo como una “actitud interna correcta” en términos generales, la que respeta y piensa en el prójimo antes de actuar. No actuando, cuando el beneficio propio es a costa del perjuicio de otro. Que poniéndolo en activa sería: Actuando cuando incluso en contra de tu propio beneficio, puedes ayudar a otro. Fiuuuuuu! Lo tenemos complicado ¿Eh?. Pero es la única solución.

PD: Imagen tal como aparece en: http://www.fotolog.com/chumyto/67835757