El otro día leo: “La ortorexia, esta
nueva ‘patología’ se ha colado entre las preocupaciones de las autoridades
sanitarias…
“Se entiende por ortorexia la obsesión
patológica por la comida biológicamente pura. Las personas que padecen esta
enfermedad tienen una preocupación excesiva por la comida sana que les lleva a
consumir exclusivamente alimentos procedentes de la agricultura ecológica, es
decir, que estén libres de componentes transgénicos, sustancias artificiales,
pesticidas o herbicidas”.
Otra nueva etiqueta al cajón de “las enfermedades” como lo
fue el TDA (trastorno del déficit de atención) y otras de la misma “etiología”.
Las ‘autoridades’ están pensando en tratarla
con algún nuevo fármaco para volver los ‘enfermos’
a la ‘normalidad’.
Todo lo que se sale
del patrón establecido por las “autoridades”, especialmente si es susceptible de
coartar intereses particulares, se considera una desviación a ‘tratar’. También se ha observado
el caso contrario, hacer “normal” algo que pueda estimular los intereses
particulares de esas “autoridades”.
Argumentan estas autoridades para definir los patrones
‘normales’ que, : “estudios científicos demuestran que …” o sea, la “ciencia” .
Sin embargo, sabiendo que la mayoría de las autoridades padecen el síndrome de “acumulosis compulsiva idiopática”
(alteración de la conducta, con exceso de acumulación compulsivo de origen desconocido, -aunque estudios recientes dicen que se
originan en el “ego”-).
Aquellos que lamentablemente se creen todo esto, no se han
dado cuenta que están afectados por una nueva enfermedad denominada: “ciencitis” (una inflamación de
la ciencia). Cuyo síntoma más característico, es una “creencia a pies
juntillas” de la palabra pronunciada, o escrita, por la “autoridad competente”.
Estudios recientes demuestran que La “ciencitis”, aparece cuando hay una “hiperplasia de la ciencia”. Esta
hiperplasia, hace que “la ciencia” deje
de funcionar como debe, y es utilizada como un confirmador “ad hoc” de
cualquier cosa, que interese a los intereses (valga la redundancia) de las
“autoridades” y otros amiguetes simbióticos.
Igual que antes (y no tan antes), se utilizaba
el nombre de Dios, como argumento definitivo para realizar cualquier
barbaridad con la intención de satisfacer los deseos de una “autoridad”. Ahora,
se utiliza el nombre de la “ciencia” con los mismos propósitos.
Imágenes tal y como aparecen en internet